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26 de mayo de 2020

Martes 26 de Mayo de 2.020

Tiempo Pascual/7º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Juan 17, 1-11a

Ha llegado la hora

1Esto dijo Jesús, y, levantando sus ojos al cielo, añadió: Padre, llegó la hora; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique, 2según el poder que le diste sobre toda carne, para que a todos los que tú le diste, les dé Él la vida eterna. 3Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo. 4Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar. 5Ahora tú, Padre, glorifícame cerca de ti mismo con la gloria que tuve cerca de ti antes que el mundo existiese.

6He manifestado tu nombre a los hombres que de este mundo me has dado. Tuyos eran y tú me los diste, y han guardado tu palabra. 7Ahora saben que todo cuanto me diste viene de ti; 8porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos ahora las recibieron y conocieron verdaderamente que yo salí de ti, y creyeron que tú me has enviado. 9Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que tú me diste; porque son tuyos, 10y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío, y yo he sido glorificado en ellos. 11aYo ya no estoy en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Ha llegado la hora

Ha llegado la hora de que vivas glorificando a Dios con toda tu vida. ¡Ya basta de pecar con premeditación, sin controlarte, sin aguantar tus instintos!, ¡ya basta!

Debes decidir ser una persona mejor, porque tú puedes decidirlo y pedirle ayuda a Dios, y Dios viendo tus esfuerzos, tus deseos, oyendo tus oraciones, te ayudará y te acercará ayuda espiritual, como pueden ser estas meditaciones mías del Evangelio, que unidas a él, al Evangelio, pueden hacer de ti una persona feliz.

¡Ya basta de no ser feliz!, y no eres feliz, porque no te controlas y pecas; ¡vas a la tuya!, y esto no está bien, y lo sabes, o deberías saberlo. Deberías saber que eres hijo-a de Dios, que Dios te dio vida a través de tus padres, para que pudieras pasar las pruebas de esta vida terrena y llegar al Cielo. ¡El Cielo te espera!, sí, ¡a ti!, que tanto has pecado, pero que ves que no vives bien haciéndolo; yo te propongo que te unas a vivir el Evangelio, ¡que lo vivas!, que lo leas y lo propagues, para que otros, que como tú, andan cansados de sí mismos, de no sentirse satisfechos de ellos mismos, empiecen a vivir una nueva vida, la del verdadero católico, el cristiano fiel a Jesús, Dios Hijo, que vino al mundo a obedecer al Padre, y en todo lo hizo, y ves en ello que es la obediencia lo que hizo Jesús, Dios, y eso es lo mismo que tú debes hacer, OBEDECER A DIOS PADRE.

Instrúyete y cúmplelo. Puedes, si quieres y si se lo pides a Dios, usando de la oración, los sacramentos y procurando siempre cumplir con los mandamientos de la Ley de Dios.

Ha llegado la hora, tu hora de ser buen católico; te lo digo, ¡es lo mejor para el hombre, para la persona, porque es cumplir con el manual de Dios y estar con Dios, que sigue vivo y vive en los sacramentos. Allí te espera, ¡ve!

Ha llegado la hora.

P. Jesús
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