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27 de mayo de 2020

Miércoles 27 de Mayo de 2.020

Tiempo Pascual/7º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Juan 17, 11b-19

Dios, Padre Santo, te guarda

(Levantando sus ojos al cielo, oró Jesús):11bPadre santo, guarda en tu nombre a estos que me has dado, para que sean uno como nosotros. 12Mientras Yo estaba con ellos, Yo conservaba en tu nombre a éstos que me has dado, y los guardé, y ninguno de ellos pereció, si no es el hijo de la perdición, para que la Escritura se cumpliese. 13Pero ahora Yo vengo a ti y hablo estas cosas en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. 14Yo les he dado tu palabra, y el mundo los aborreció, porque no eran del mundo, como yo no soy del mundo. 15No pido que los tomes del mundo, sino que los guardes del mal. 16Ellos no son del mundo, como no soy del mundo yo. 17Santifícalos en la verdad, pues tu palabra es verdad. 18Como tú me enviaste al mundo, así yo los envié a ellos al mundo, 19y yo por ellos me santifico, para que ellos sean santificados en la verdad.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Dios, Padre Santo, te guarda

Signarse; para signarse, hay que hacer tres cruces con el dedo pulgar de la mano derecha. Una en la frente, otra en la boca y la tercera en el pecho, mientras se dice:

Por la señal (En la frente. De arriba, hacia abajo)
de la Santa Cruz, (En la frente. De izquierda a derecha)
de nuestros (En la boca. De arriba hacia abajo)
enemigos, (En la boca. De izquierda a derecha)
líbranos, Señor (En el pecho. De arriba hacia abajo)
Dios nuestro. (En el pecho. De izquierda a derecha)

Hijo-a, amado del Padre Dios y del Hijo Dios y de Dios Espíritu Santo, la Iglesia con sus oraciones, enseña y te guarda. La Iglesia Católica, que lleva más de dos mil años propagando el Evangelio de la Fe, de lo que hay que creer, ¡de la Verdad!, sabe, por las enseñanzas de Jesús, Dios, el Mesías, sabe, por el Evangelio, que vas a tener enemigos, y te pide que hagas una oración, signarse, en la que, en la cruz de la boca, das fe que sabes que tienes enemigos, y que además de Satanás, también, los hijos de Satanás, estas personas que han caído a la tentación del mismo Satanás, van a ser tus enemigos; y haces la señal de la cruz en la boca para que calles todo mal sobre ellos, tus enemigos de la fe, y los bendigas con tu voz, para que no seas tropiezo para nadie que está perdido; es más, haces una cruz en tu corazón, con esta oración, para que tu corazón acepte la realidad, las palabras de Jesús, Dios, que avisaron a todos de que por la fe tendrías enemigos, y algunos de su propia familia, y algunos de los mismos malos católicos, que necesitan de ti, de tus bendiciones y de tu bien para ser buenos, para arrepentirse, si no hoy, otro día, o quizás antes del último suspiro, pero se arrepentirán si ven que tú aceptas que ellos decidan ser tus enemigos por tu fe, por tu amor a Dios; que con la cruz que haces en tu frente, proclamas que lo amas con tu inteligencia y voluntad, que la voluntad reside en los pensamientos que acuden a los sentimientos del corazón, que han sido limpiados por una boca que bendice a quien te hace mal y a quien te hace bien, porque sabes que la Cruz en que murió Cristo, es tu escudo, es la que te da valor para resistir las insidias de Satanás y de los hijos de Satanás, los que no aman a Dios, los que se apartan de cumplir los mandamientos de la Ley de Dios; porque tenemos una Ley, porque somos de un Reino, del Reino Celestial, donde viven allí todos los que han cumplido y siguen cumpliendo con la Ley de Dios.

Sígnate, y acepta que no todos te amen, aunque sean de tu familia, aunque sean católicos, aunque se digan cristianos, porque la señal de ser de Dios, es amar a todos y hacer el bien a todos, por amor a Dios.

¡Ánimo!, todos los buenos católicos tenemos enemigos. ¡Así es la vida! Acéptalo y vive bien contigo mismo, porque tú eres de Cristo Rey.

P. Jesús
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