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9 de noviembre de 2019

Sábado 9 de Noviembre de 2.019

Tiempo Ordinario /31º -Fiesta de la Dedicación de la Basílica de Letrán

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Juan 2, 13-22

Expulsión de los vendedores del templo

13Estaba próxima la Pascua de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. 14Encontró en el templo a los vendedores de bueyes, de ovejas y de palomas, y a los cambistas sentados; 15y, haciendo de cuerdas un azote, los arrojó a todos del templo, con las ovejas y los bueyes; derramó el dinero de los cambistas y derribó las mesas; 16y a los que vendían palomas les dijo: Quitad de aquí todo esto y no hagáis de la casa de mi Padre casa de contratación. 17Se acordaron sus discípulos que está escrito: <<El celo de tu casa me consume>>.18Los judíos tomaron la palabra y le dijeron: ¿Qué señal das para obrar así?

19Respondió Jesús y dijo: Destruid este templo y en tres días lo levantaré. 20Replicaron los judíos: Cuarenta y seis años se han empleado en edificar este templo, ¿y tú vas a levantarlo en tres días? 21Pero Él hablaba del templo de su cuerpo. 22Cuando resucitó de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había dicho.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Expulsión de los vendedores del templo

Hay quien utiliza el templo para ir allí a hacer sus negocios. Le ves, te sonríe y te habla de que le compres algo, de que te dejes vender para fornicar. Sí, sí, algunos van a la Iglesia a hacer tratos ilegales, ilícitos e inmorales.

Esa mujer que, en vez de mirar el Pan de Vida, que es Cristo, mira a quién poder seducir… ese hombre ávido de placeres que calla y observa a quién plantearle sus malos deseos…

Hablemos claro, en la iglesia se va a buscar a Dios y no a cometer pecados, como el de la envidia, o el del fariseo que se cree superior al publicano…

A ver… ¿Quién de vosotros va a Misa a recibir a Dios en la Sagrada Eucaristía?; ¿tú?… ¡Menos mal! Sí, hijo, hija, sé que tu vas a buscar a Dios, pero algunos hay que van por otros asuntos, ¡son mercancía!

Vigilad, no os fiéis tampoco de la higuera que no de buen fruto.

Y tú, da buen ejemplo de discípulo de Cristo, y no seas mercader, vendedor de ilusiones, de creer que, por el hecho de asistir a Misa los domingos, tienes tu lugar en el Cielo; que debes ir a Misa, pero no a comercializar con los hombres, sino a hacer tratos con Dios: el Hombre y Dios mismo, Jesús, que murió por ti en la Cruz. ¡Que lo sepas! Dios se te regaló, no quieras venderlo a nadie, sino que debes entregar tu fe para tu misma salvación. Caridad.

P. Jesús
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