Saltar al contenido

9 de febrero de 2020

Domingo 9 de Febrero de 2.020

Tiempo Ordinario/5º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 5, 13-16

Vosotros sois la luz del mundo

(Dijo Jesús a sus discípulos): 13Vosotros sois la sal de la tierra; pero, si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Para nada aprovecha ya, sino para tirarla y que la pisen los hombres.

14Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse ciudad asentada sobre un monte. 15Ni se enciende una lámpara y se la pone bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a cuantos hay en la casa. 16Así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que, viendo vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Vosotros sois la luz del mundo

Los que están sosos en la fe, la gente los pisotea, porque no tienen dignidad ni credibilidad. ¡Son sosos! No dan sal a la vida. No dan a la vida las fuerzas nuevas de la fe que se propaga en las conciencias y es la sal que adereza el alimento de la historia humana.

Todos los que no sois sal, la gente os pisotea; a los radicales en la fe, como lo es el Papa y los que lo siguen en unión con Dios Espíritu Santo, estos son criticados, odiados, pero la gente no los pisa. Mira lo que hacen contigo, porque así sabrás si eres sal sosa o sal que sala.

Aprende a conocerte a ti mismo, por las obras y palabras que recibes de los demás. Ya sabes que a los que amamos y servimos a Cristo, tenemos cruz que llevar, con la alegría de pasar lo mismo que pasó el Mesías: dolor, incomprensión, persecución, muerte de nosotros mismos por obediencia a Dios Padre, oración, mortificación, sacrificio, ¡pobreza¡ y Amor; el amor de Dios que vive en nosotros, porque no hay nadie que ame como Dios; el amor de Dios es maravilloso, y por este Amor y amándolo, lo sufrimos todo, pero aunque puedan matarnos, y matan a algunos de nuestros hermanos en la fe, sí, aún hoy en el mundo, matan a los cristianos católicos, mas, nadie nos pisotea, porque somos libres, ¡libres! Y eso nadie nos lo puede quitar, la alegría de la paz de vivir el amor de Dios y con Dios.

Hermanos amados, ¡Qué Gracia nos da Dios! ¡Aleluya! ¡Bendito sea el Señor que nos ha elegido y murió por mí en la Cruz. ¡Demos gracias a Dios, hermanos! ¡Aleluya!, aleluya, aleluya.

P. Jesús
© copyright