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9 de febrero de 2014

Domingo 9 de Febrero de 2.014

Evangelio:

San Marcos 6, 30-34

Jesús, Dios, permite el mal

Mar 5:13  Y Jesús, se lo permitió, y los espíritus impuros salieron y entraron en los puercos, y la piara, en número de dos mil, se precipitó por un acantilado en el mar, y en él se ahogaron.
Mar 5:14  Los porqueros huyeron y difundieron la noticia por la ciudad y por los campos; y vinieron a ver lo que había sucedido.»
Mar 5:15  Llegándose a Jesús, contemplaban al endemoniado sentado, vestido y en su sano juicio, el que había tenido toda una legión, y temieron.
Mar 5:16  Los testigos les referían el suceso del endemoniado y de los puercos.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Jesús, Dios, permite el mal

Eso malo que te han hecho, ese daño que has recibido, Dios lo ha permitido; no lo desea, pero lo ha permitido, porque selló la libertad como manera de vivir en la tierra; aquí hay la libertad de hacer el bien y el mal; luego, pasada la muerte, o vas al Mal, o vas al Bien. En el Cielo sólo hay el bien, y en el Infierno, sólo hay el mal. Si algunos entendieran esto, rectificarían su conducta en este momento, y siendo libres, decidirían hacer el bien y sólo el bien, para ir otro día al Cielo.

No, en el Infierno no hay ni una chispa de bien, ¡nada!, ¡nada es bueno en el Infierno!; aún aquí y ahora, en la tierra, encuentras el mal y el bien; tienes, lo que unos llaman, temporadas malas y buenas, o tienes días malos y momentos maravillosos, pero en el Infierno, no, allí todo es mal y malo. Por favor, amigo, acepta esta verdad de fe, y obra en consecuencia de ella; medítala, piensa en ella como la realidad que es, y no caigas en el enredo de los malos, del mal. Hay malos que no todo el tiempo hacen el mal; mañana te hablaré de ellos. Oh, mi amigo, ya te aprecio, y no quiero que vayas al Infierno.

P. Jesús

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