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7 de octubre de 2019

Lunes 7 de Octubre de 2.019

Tiempo Ordinario /27º -Bienaventurada Virgen María del Rosario

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 1, 26-38

La Virgen María

26En el mes sexto fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret,27a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. 28Y presentándose a ella, le dijo: Salve, llena de gracia; el Señor es contigo. 29Ella se turbó al oír estas palabras, y discurría qué podría significar aquella salutación. 30El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios, 31y concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. 32EL será grande y llamado Hijo del Altísimo, y le dará el Señor Dios el trono de David, su padre, 33y reinará en la casa de Jacob por los siglos, y su reino no tendrá fin.

34Dijo María al ángel: ¿Cómo podrá ser esto, pues yo no conozco varón? 35El ángel le contestó y dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, y por esto el hijo engendrado será santo, será llamado Hijo de Dios. 36E Isabel, tu pariente, también ha concebido un hijo en su vejez, y éste es ya el mes sexto de la que era estéril, 37porque nada hay imposible para Dios. 38Dijo María: He aquí a la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y se fue de ella el ángel.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

La Virgen María

Ella, María, la plena de Gracia, la Virgen Madre de Dios, vivía una vida normal, como tú debes vivirla, como tú la vives; la vida de la Gracia, esa Gracia que Dios te da, por usar tú de los sacramentos, de la oración y del cumplimiento de tu deber por cumplir con la Ley de Dios.

Y María, como tú, se dedicaba a eso, a ser buena y hacer el bien, a orar y meditar en las cosas de Dios, en conocer las Sagradas Escrituras y en ayudar a todos, porque la bondad se vive y se usa, en las obras y palabras que uno da, y así fue en la Virgen María, y así es en ti.

Ama a María e imítala en todo, también en la confianza que tenía con Dios. Recuerda que le pidió el primer milagro, y tú puedes hacer como Ella hizo y, en confianza, decirle a Jesús qué quieres que haga con los que amas, con los que conoces y sabes que sufren por sus necesidades, sean cuales sean, porque las necesidades están ahí para probar tu fe.

Usa de tu fe, como lo hizo María, la Madre de Dios.

Vive tu fe, como la vivió María, la Madre de Dios.

Esta Navidad, dile a Dios lo mismo que le dijo María: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.” Y esa Palabra de Dios, que es la que te creó, y que por ella existes, se cumplirá en ti, y verás maravillas en tu vida, verás cómo tu vida cambia y verás cómo Dios te utiliza para que tú seas ejemplo del Evangelio.

Fe, esperanza y caridad.

Todo lo tuyo que sea de Dios, prosperará.

Pon los deseos de tu corazón a tu voluntad y oración, y Dios hará en tu vida cosas maravillosas.

P. Jesús
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