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7 de abril de 2014

Lunes 7 de Abril de 2.014

Evangelio:

San Juan 8, 1-11

Adulterio

Joh 8:1  Se fue Jesús al monte de los Olivos;»
Joh 8:2  pero, de mañana, otra vez volvió al templo, y todo el pueblo venía a Él, y, sentado, les enseñaba.
Joh 8:3  Los escribas y fariseos trajeron a una mujer tomada en adulterio y, poniéndola en medio,
Joh 8:4  le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante delito de adulterio.
Joh 8:5  En la Ley nos ordena Moisés apedrear a éstas; tú ¿qué dices?»
Joh 8:6  Esto lo decían tentándole, para tener de qué acusarle. Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en la tierra.
Joh 8:7  Como ellos insistieron en preguntarle, se incorporó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado, arrójele la piedra el primero.
Joh 8:8  E inclinándose de nuevo, escribía en tierra.
Joh 8:9  Ellos que le oyeron fueron saliéndose uno a uno, comenzando por los más ancianos, y quedó El solo, y la mujer en medio.
Joh 8:10  Incorporándose Jesús, le dijo: Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?
Joh 8:11  Dijo ella: Nadie, Señor. Jesús dijo: Ni yo te condeno tampoco; vete y no peques más.»

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Adulterio

Las víctimas del adulterio, no sólo son los cónyuges traicionados, sino también son víctimas las personas que son motivo de placer del cónyuge infiel y adúltero.

Hay personas que se inventan historias trágicas para atraer a sus víctimas y aprovecharse de ellas, teniendo sexo, y sólo quieren su cuerpo, digo a su propio cuerpo, porque el cuerpo de la víctima, ni le importa, ni su cuerpo, ni su persona, tienen en sus mentes sus motivos egoístas para abusar y utilizar de las personas que, como María Magdalena, son víctimas de los adúlteros.

Dios tiene compasión de las víctimas, y les da siempre su perdón y misericordia.

P. Jesús

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