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6 de marzo de 2021

Sábado 6 de Marzo de 2.021

Tiempo de Cuaresma /2º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 15, 1-3.11-32

Después de gastarlo

1Se acercaban a Él (a Jesús) todos los publicanos y pecadores para oírle, 2y los fariseos y escribas murmuraban, diciendo: Este acoge a los pecadores y come con ellos.

3Propúsoles esta parábola, diciendo: 11Y añadió: Un hombre tenía dos hijos, 12y dijo el más joven de ellos al padre: Padre, dame la parte de hacienda que me corresponde. Les dividió la hacienda, 13y, pasados pocos días, el más joven, reuniéndolo todo, partió a una lejana tierra, y allí disipó toda su hacienda viviendo disolutamente. 14Después de haberlo gastado todo, sobrevino una fuerte hambre en aquella tierra, y comenzó a sentir necesidad. 15Fue y se puso a servir a un ciudadano de aquella tierra, que le mandó a sus campos a apacentar puercos. 16Deseaba llenar su estómago de las algarrobas que comían los puercos, y no le era dado. 17Volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia y yo aquí me muero de hambre! 18Me levantaré e iré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19Ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros. 20Y, levantándose, se vino a su padre. Cuando aún estaba lejos, viole el padre, y, compadecido, corrió a él y se arrojó a su cuello y le cubrió de besos. 21Díjole el hijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. 22Pero el padre dijo a sus criados: Pronto, traed la túnica más rica y vestídsela, poned un anillo en su mano y unas sandalias en sus pies, 23y traed un becerro bien cebado y matadle, y comamos y alegrémonos, 24porque este mi hijo, que había muerto, ha vuelto a la vida; se había perdido, y ha sido hallado. Y se pusieron a celebrar la fiesta.

25El hijo mayor se hallaba en el campo, y cuando, de vuelta, se acercaba a la casa, oyó la música y los coros; 26y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. 27El le dijo: Ha vuelto tu hermano, y tu padre ha mandado matar un becerro, porque le ha recobrado sano. 28El se enojó y no quería entrar; pero su padre salió y le llamó. 29El respondió y dijo a su padre: Hace ya tantos años que te sirvo sin jamás haber traspasado tus mandatos, y nunca me diste un cabrito para hacer fiesta con mis amigos; 30y al venir este hijo tuyo, que ha consumido su fortuna con meretrices, le matas un becerro cebado. 31El le dijo: Hijo, tú estás siempre conmigo, y todos mis bienes tuyos son; 32pero era preciso hacer fiesta y alegrarse, porque este tu hermano estaba muerto, y ha vuelto a la vida; se había perdido, y ha sido hallado.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Después de gastarlo

No esperes a gastarlo todo para darte cuenta de que no hay nada como estar en Casa. Medita sobre tu vida y decide volver a tus raíces. Dios siempre espera a los bautizados, los espera con los brazos abiertos y prepara una gran fiesta.

Si sabes de alguien que lo está gastando todo, dile que regrese a la Casa del Padre, acompáñalo tú mismo todo el camino, porque el hijo pródigo, de haber tenido un buen amigo, no se habría ido del hogar; y de haber hallado a un buen católico, tú no te hubieras ido de la Iglesia para pecar. Pero, ¿dónde están los buenos amigos, los buenos católicos? Lo que más abunda son personas que abusan de los necios para sus propios intereses.

Sé un buen amigo, sé un católico y enseña a los hijos pródigos el regreso a Casa, el regreso a la Iglesia Católica.

Demasiadas veces unos se dedican a evangelizar a personas de otras religiones, y se olvidan de los que están perdidos, extraviados, ofuscados por la mentira de los gentiles, del mundanismo.

Enseña con tu ejemplo, con tu verdadera vida cristiana, lo bien que se vive en Casa, lo bien que se come del Pan y se bebe del Vino en la Mesa de la Santa Eucaristía. Que sepan todos que no les faltará a ellos nada de lo que dejen para volver al Hogar.

Después de gastarlo todo, aún te queda siempre la Comida en la Mesa del Hogar.

P. Jesús

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