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30 de diciembre de 2016

Viernes 30 de Diciembre de 2.016

Evangelio:

San Mateo 2, 13-15.19-23

Huida a Egipto y vuelta a Nazaret

Mat 2:13 Cuando hubieron partido los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto, y estáte allí hasta que yo te avise, porque Herodes buscará al Niño para quitarle la vida».
Mat 2:14 Levantándose de noche, tomó al Niño y a la madre y partió para Egipto,
Mat 2:15 permaneciendo allí hasta la muerte de Herodes, a fin de que se cumpliera lo que había pronunciado el Señor por su profeta, diciendo: “De Egipto llamé a mi hijo”.
Mat 2:19 Muerto ya Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto
Mat 2:20 y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y vete a la tierra de Israel, porque son muertos los que atentaban contra la vida del Niño».
Mat 2:21 Levantándose, tomó al Niño y a su madre y partió para la tierra de Israel.
Mat 2:22 Mas, habiendo oído que en Judea reinaba Arquelao en lugar de su padre Herodes, temió ir allá, y, advertido en sueños, se retiró a la región de Galilea,
Mat 2:23 yendo a habitar en una ciudad llamada Nazaret, para que se cumpliese lo dicho por los profetas, que sería llamado Nazareno.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Huida a Egipto y vuelta a Nazaret

A veces uno ha podido pensar, ¿por qué el Ángel no avisó también a los padres de todos los niños pequeños de Belén, para que pudieran salvarles la vida?; ¿Es que a Dios no le importaba la vida de los demás? Sí. Y precisamente por esto, pide que salven a Jesús, al Niño Dios, al Salvador; porque salvándose Él, todos se salvan con Él.

Dios está atado de “pies y manos”, porque dio libertad a la persona, y la persona sólo se salva, si acepta libremente la salvación que viene de Él, de Dios, del joven Jesús de Nazaret: Dios y hombre verdadero.

Y, ¿es que no sufre Dios Padre por la muerte de los inocentes? ¿Por qué no los avisó? Y de paso ¿por qué no avisa a todos cuando pueden tener un accidente de coche o están en peligro de contaminarse… o cuando cree uno que ésta pareja va a ser para toda la vida, y no será así, o al que, si invierte en tal negocio, se arruinará y quedará sin nada…? ¿Por qué no avisa Dios, si dice que ama, que nos ama?

Dios avisó, avisó a todos, dándonos los diez mandamientos y pidiendo que cumpliéramos con ellos. Herodes podía saberlos, era rey, y podía tener acceso a eso, a saber la Ley de Dios, como tuvo acceso a saber dónde decían los profetas que nacería el Mesías, y lo supo: ¡Belén!

Dios da a conocer al hombre la ley natural, que está impresa en la conciencia de la persona, y puede esta persona, ¡tú!, acceder a ella, cuando, como María, medites las palabras del Arcángel.

¿Cuánto hace que no meditas en las cosas importantes y trascendentales de la vida misma?… Te propongo que hoy te dediques a ello, que medites, que consideres todas las cosas que sabes, que has visto, que te han dicho, y también que consideres si hay más cosas que tienes que saber, antes de juzgar a Dios, a la Iglesia, a tus padres, a tus hijos, a tus hermanos o amigos. ¡Me gustaría tanto que fueras capaz de considerar todas las cosas!

Dios no dijo, por mediación de un Ángel, a los padres de los inocentes, que se fueran de Belén…; de habérselo dicho un Ángel, a cada padre, ¿lo habrían creído?

José y María eran personas de fe.

Y si Dios te dice ahora, que lo que haces con tu vida no está bien, que las determinaciones que has decidido van a llevarte a una gran enfermedad y a la muerte, sea física y/o espiritual, ¿qué dirías?… pues, yo te digo que consideres, que lo que estás haciendo, lo que estás viviendo, va contra la ley de Dios, y te traerá las consecuencias del pecado, que es la muerte.

¿Qué vas a hacer?, ¿vas a cambiar de vida?… Entonces, no digas que, si Dios hubiera avisado a los padres de los inocentes, éstos no hubieran abortado; sí, he dicho abortar, que es lo que hacen muchos, por miles, cuando saben, cuando se enteran, de que han engendrado un hijo.

¿Deseas que Dios quite la libertad, por la cual te premiará o te castigará?

Dios es Dios.

P. Jesús

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