Martes 27 de Junio de 2.023
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Evangelio:
San Mateo 7, 6.12-14
El ejemplo
(Dijo Jesús a sus discípulos): 6No deis las cosas santas a perros ni arrojéis vuestras perlas a los puercos, no sea que las pisoteen con sus pies y, revolviéndose, os destrocen.
12Por eso, cuanto quisieres que os hagan a vosotros los hombres, hacédselo vosotros a ellos, porque ésta es la Ley y los Profetas. 13Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espaciosa la senda que lleva a la perdición, y son muchos los que por ella entran. 14¡Qué estrecha es la puerta y qué angosta la senda que lleva a la vida, y cuán pocos los que dan con ella!
Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)
«Palabra del Señor»
«Gloria a ti Señor Jesús»
Meditación:
El ejemplo
Es el ejemplo, la palabra más viva.
Pero a veces, algunos que son ciegos y sordos, no aceptan el buen ejemplo que dais, y os llaman tontos, ¡locos!
Seamos sinceros, hay ejemplos de verdaderos santos, que los paganos incluso dicen que son malos. Por ejemplo, unos buenos padres que quieren la mejor educación y cuidados para sus hijos, y se esfuerzan para ello, para dárselo. No regatean sacrificio alguno, y todo el bien suyo está en esta labor, la de cuidar de su prole; y van los paganos y llaman locura a lo que es virtud, y desprestigian la buena voluntad de la fe, porque quieren que todos sean iguales, cuando ni uno es igual a otro.
Hay perros y puercos que no entienden, porque son animales, más que seres humanos y personas de fe.
¿Qué hacer?
Sed discretos en vuestros asuntos, porque los paganos no entienden a los discípulos de Jesús.
Vuestros hijos buenos ven vuestros buenos, ejemplos y os bendicen por los sacrificios de darles una vida coherente con el evangelio, y no como los fariseos, que son hipócritas, y reciben el pago de su maldad, siempre.
Pidamos que se arrepientan los elegidos de Dios, ese pueblo llamado a la santidad y que es piedra de tropiezo, escandalizando a los niños. Pero la justicia, incluso la de los hombres que no son temerosos de Dios, ni puede mentir sin pruebas, y la verdad sale a la luz, y da el sol a ella, y se propaga como bienaventuranza.
Dichosos los buenos y puros de corazón, que no se venden por dinero de quien se lo negó en su momento, y luego compra, pone precio, hasta que se acaba el dinero, y todos quedan pobres, por lujuriosos y necios de corazón.
La alegría está en un corazón que se goza en vivir cara a Dios, y no a los paganos, y menos a los escribas y fariseos.
Hay alegría en los justos cuando se sabe la sentencia que está a su favor, por amor de Dios.
P. Jesús
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