Martes 19 de Diciembre de 2.017
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Evangelio:
San Lucas 1, 5-9.11-22.24-25 Tu mujer Isabel te dará un hijo: Juan Luk 1:5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, cuya mujer, de la descendencia de Aarón, se llamaba Isabel. Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) «Palabra del Señor» «Gloria a ti Señor Jesús» |
Meditación:
Tu mujer Isabel te dará un hijo: Juan Esta fe, esta fe; la del sacerdote Zacarías y la tuya. Sí, también tú, a ti de lo digo. Es muy fácil creer en que Dios hizo el milagro a Zacarías y a Isabel, al concederle este hijo deseado, Juan, llamado Juan el Bautista, cuando ya sabemos todos que realmente pasó este hijo de la mujer estéril por el mundo. A ver si te vas a quedar mudo, hasta que no veas cómo Dios te hace el milagro que tanto le pides. ¿Que no quieres quedarte mudo? Entonces, ¿Por qué pides a Dios, y luego no crees que te será dada tu petición? Aclárate, y pon los puntos sobre las ies, para que no tengas que quedarte mudo, mientras Dios prepara el tiempo de hacerte el milagro. ¡Claro que castiga Dios! A lo mejor, ahora que te ves incapaz de proclamar tu fe, es porque estás castigado, mientras pasa este tiempo en que Dios va a concederte el milagro que tan asiduamente le has venido pidiendo desde hace tanto tiempo. ¿Ves? Estás castigado, y tú no te habías enterado. Porque todo aquel que no vive castigado, ése proclama su fe en el Evangelio, cumpliendo el mismo en sí mismo, y siendo buen ejemplo y hablando de la bondad de Jesús, que es hijo de María. Todos estos que silencian a María como Madre de Dios, y no la bendicen ni la ensalzan, todos vosotros, ¡estáis castigados!, como Dios castigó a Zacarías, porque dudó de la palabra del Ángel. Y tú dudas de la misma Sagrada Biblia, que habla ya en el Antiguo Testamento, de María, la joven virgen judía, la que sería y fue la Madre de Dios. Sí vuelvo a eso, y volveré cada vez que necesites oírme decirte que María es la Madre de Dios, y que por eso tiene el mérito de corredentora. Y, ¡no huyas!, no tengas miedo de que una criatura humana como tú, te haya salvado de la muerte, por ser Madre del mismo Verbo encarnado. Te lo volveré a decir siempre que necesites oírlo, porque es preciso y es bueno, que seas humilde y, como María, digas “Sí” a la historia de Dios que quiere hacerse en ti; y mientras no aceptes a María, y mientras no comas el Cuerpo de Cristo, no podrás ser santo e ir directo al Cielo Eterno. No digo que no te salves, porque salvado puedes serlo, ya que María es corredentora con su Hijo, Dios mismo, Jesús, de tu desgracia de no ser humilde y creer. Anda, ¡no te enfades conmigo! Si te quiero mucho. Pax. P. Jesús © copyright |