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18 de febrero de 2022

Viernes 18 de Febrero de 2.022

Tiempo ordinario/6º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Marcos 8, 34; 9,1

No te avergüences de Jesús, Dios

34Llamando a la muchedumbre y a los discípulos, les dijo (Jesús): El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. 35Pues quien quiera salvar su vida, la perderá, y quien pierda la vida por mí y el Evangelio, ése la salvará. 36¿Y qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo y perder su alma? 37Pues ¿qué dará el hombre a cambio de su alma? 38Porque, si alguien se avergonzare de mí y de mis palabras ante esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

Mc 91Y les dijo: En verdad os digo que hay algunos de los aquí presentes que no gustarán la muerte hasta que vean venir en poder el reino de Dios.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

No te avergüences de Jesús, Dios

¡Ánimo!, sirves al Rey de reyes, al Señor de Cielos y tierra, ¡no te avergüences de Jesús, Dios, porque tuya es la victoria. Gana el que tiene la razón, y la razón es el Evangelio, la razón es que Dios vino al mundo y le llamaron Jesús, y salvó al mundo, llevando su cruz, sin quejarse, sin enfrentarse a nadie, aceptando su realidad, viviendo su vida sin poner impedimentos a lo que Dios Padre permitía.

Y tú, tú no pongas impedimentos a lo que te toca vivir, ¡no te quejes!, sí que debes hacer lo posible para vivir en el bien y haciendo el bien, sí que debes protegerte del mal, separarte del malo; sí que debes luchar por un mundo mejor, empezando por el tuyo, pero sin quejarte, ¡no te quejes!, no me cansaré de repetirlo, ¡no te quejes!, porque tu queja te debilita; el que se queja, acepta, y su lucha es la queja; en cambio, el que pelea, hace planes, acoge en su mente estrategias para salir de cualquier encrucijada que le ponga la vida. ¡No te quejes de nada!, ¡no te quejes por nadie!, acepta la libertad de todos y haz la tuya en el bien, ¡siempre el bien!, ya sabes, sin mirar a quien. Y el bien que hagas, te quitará las cadenas, saltará los obstáculos y te hará LIBRE.

El que se queja, es un perdedor; el que critica, es un perdedor.

Quien no se queja, quien no critica, busca una nueva vida, una nueva manera de afrontar los problemas, de ver la vida de los demás. El que no critica, da paz; el que no se queja, da paz.

Dios, Jesús, jamás criticó ni se quejó.

Criticar es juzgar a los demás, sentenciarlos en esta vida por lo que han hecho, por lo que han dicho. Otra cosa es analizar los comportamientos e indagar el por qué, para aprender, para no hacer lo mismo que los que hacen el mal, y ayudarlos, por lo menos con la oración y siempre con el ejemplo.

Quejarse, es como criticarse a sí mismo; es no darse esperanzas, es impedirse cambiar y ser mejor, y volver a intentar, ¡las veces que haga falta!, el superar y superarse, para imitar a Dios, que todo lo hacía bien.

Quien sigue a Jesús, no se avergüenza de Él, confía en Él, cumple con la Ley, usa de los sacramentos y predica el Evangelio.

P. Jesús

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