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18 de abril de 2022

Lunes 18 de Abril de 2.022

Tiempo Pascual/1º – Lunes octava de Pascua

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 28, 8-15

Alegraos: No tengáis miedo

8(Las mujeres) Partieron ligeras del monumento, llenas de temor y de gran gozo, corriendo a comunicarlo a los discípulos. 9Jesús les salió al encuentro, diciéndoles: Salve. Ellas, acercándose, asieron sus pies y se postraron ante Él. 10Dijoles entonces Jesús: No temáis, id y decid a mis hermanos que vayan a Galilea y que allí me verán.

11Mientras iban ellas, algunos de los guardias vinieron a la ciudad y comunicaron a los príncipes de los sacerdotes todo lo sucedido. 12Reunidos éstos en consejo con los ancianos, tomaron bastante dinero y se lo dieron a los soldados, diciéndoles: 13Decid que, <<viniendo los discípulos de noche, le robaron mientras nosotros dormíamos>>. 14Y si llegase la cosa a oídos del gobernador, nosotros le convenceremos para que no os inquieten. 15Ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había dicho. Esta noticia se divulgó entre los judíos hasta el día de hoy.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Alegraos: No tengáis miedo

Es que María Magdalena, siendo judía, lo primero que pensó, es que alguien había robado el cuerpo del Señor; luego, por ser cristiana, se llenó de alegría, y con ella, las mujeres que la acompañaban.

Dios le salió al encuentro a esta buena judía que creía ingenuamente que el cuerpo de Dios había sido robado. ¿Cómo pueden robar el cuerpo de Dios? ¿Para qué? ¿Para hacer pensar que resucitó? ¿Para qué más líos con este Hombre, si ya habían conseguido ‘quitarlo del medio’, ya se lo habían ‘cargado’: lo habían matado?

Judía tenía que ser, para no ver la realidad, hasta que su conciencia cristiana la llenó de alegría.

Comprendo a los judíos que no quieren seguir con la Historia verdadera, y se paró toda revelación de Dios, en Jesús, pero, ¿María Magdalena?, al igual que tú, no la comprendo. Te asustas y ya vas diciendo que han robado el cuerpo de Jesús. Pareces más judío que bautizado a la fe en Cristo. ¡Tú eres cristiano! Tú recibiste, con el Bautismo, al mismo Dios Espíritu Santo; así que no me vengas con excusas judías, que la Historia siguió después de la Muerte de Dios mismo en la Cruz.

Ya, pero claro… Tienes tus problemas: quieres llegar a fin de mes… y aumentas tus gastos en exceso… Padeces una enfermedad… y sufres… y…¿Qué más?

No tienes excusa para dudar así de Dios, de la Historia.

¿No me serás de esos que no te fías de lo que escribieron los apóstoles, inspirados por Dios, y te fías de otras religiones o das licencias a otras ciencias? Mira, hijo amado, hija amada, tú debes estudiar la Historia y debes aprender de ella. No sentencies como hizo la judía María Magdalena, y por miedo y por temor, vayas diciendo que Dios fue robado: ¡Nadie puede robarte a Dios! ¡Nadie!

Dices, que no estás segura… que dudas, que…

Creo que me voy a enfadar contigo, sí, porque la fe no es para dudar de ella, sino que es para ir robusteciéndola día a día.

Y no me seas niña pequeña, pensando que te han robado a Dios. ¡Qué tonterías!

Dios está siempre a tu lado, mirando cómo haces las cosas, viendo si sus enseñanzas las pones en práctica, y si te despistas; ya crees, como María Magdalena, que te han robado a Jesús. No, no te ha robado nadie a Dios. Quizás por ‘matarlo’, por pecar, has sido tú quien lo ha abandonado. ¿Podría ser eso? Medítalo mientras llega mañana, que voy a seguir con lo mismo, a regañarte con mucho cariño, con inmenso amor, para que puedas disfrutar de la Pascua de Resurrección.

P. Jesús

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