12 de abril de 2014

Joh 11:45  Muchos de los judíos que habían venido a María y vieron lo que había hecho creyeron en Él, Jesús, Dios;»
Joh 11:46  pero algunos se fueron a los fariseos y les dijeron lo que había hecho Jesús.
Joh 11:47  Convocaron entonces los príncipes de los sacerdotes y los fariseos una reunión, y dijeron: ¿Qué hacemos, que este hombre hace muchos milagros?
Joh 11:48  Si le dejamos así todos creerán en él y vendrán los romanos y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación.
Joh 11:49  Uno de ellos, Caifas, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada.
Joh 11:50  ¿No comprendéis que conviene que muera un hombre por todo el pueblo, no que perezca todo el pueblo?
Joh 11:51  No dijo esto de sí mismo, sino que, como era pontífice aquel año, profetizó que Jesús había de morir por el pueblo,
Joh 11:52  y no sólo por el pueblo, sino para reunir en uno todos los hijos de Dios que están dispersos.
Joh 11:53  Desde aquel día tomaron la resolución de matarle.
Joh 11:54  Jesús, pues, ya no andaba en público entre los judíos; antes se fue a una región próxima al desierto, a una ciudad llamada Erren, y allí moraba con sus discípulos.»
Joh 11:55  Estaba próxima la Pascua de los judíos, y muchos subían del campo a Jerusalén antes de la Pascua para purificarse.
Joh 11:56  Buscaban, pues, a Jesús, y unos a otros se decían en el templo: ¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta?
Joh 11:57  Pues los príncipes de los sacerdotes y los fariseos habían dado órdenes para que, si alguno supiese dónde estaba, lo indicase, a fin de prenderle.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»