22 de mayo de 2016

No sabes la ruta; sabes que el camino es Jesús, pero la ruta te la dirá Dios Espíritu Santo.

Los bautizados reciben el plano, a Dios Espíritu Santo, la inteligencia de Dios en la persona humana; y lo primero que hace en el hombre, en la persona, es ayudarlo en su humildad, porque la verdad está en saberse criatura de Dios, en comprender que somos obra del Amor de Dios.

A ti, sí, a ti, Dios te Ama. ¡Disfruta del Amor de Dios!

Para disfrutarlo tienes que vivir en su “onda”, en la frecuencia de su Bondad; por eso, acepta ser amado por Dios, y ¡déjate amar por Él!, hasta la locura de obedecerle en todo, por corresponder a este Amor único y exclusivo con que Dios te Ama.

Busca el plano de tu camino a seguir. Vé en busca de Dios Espíritu Santo; bautízate y, cuando peques, que vas a pecar, porque en este mundo se peca sí o sí, porque está estigmatizado por el pecado original, ve a confesar, porque sólo aceptando la salvación que viene de Cristo, podrás dejar tus cicatrices cuando mueras y acudir al Cielo por el sí de María que nos dio al Salvador, a tu Señor.

¡Alegría!

Este mes va de alegrías… las que te esperan; Dios te las concederá por tu fe.

Y una alegría es vivir la fe, vivir unidos a Dios Uno y Trino, sintiendo en ti el Amor consolador con que Dios Espíritu Santo te consuela al recibir el bautismo, al recibir la absolución de tus pecados, confesados a Dios en presencia de un sacerdote católico, que en nombre de Dios, te da el perdón que Cristo depositó en la Santa Madre Iglesia, Católica, Apostólica y Romana, dando las llaves a San Pedro, estas llaves que abrirán tu corazón al goce espiritual, cada vez que hagas una buena confesión sacramental.

¡Felicidades! La alegría te espera para que la vivas, para que la disfrutes y la propagues.

Amén.