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Evangelios enero 2019 - 28. página

27 de enero de 2019

Domingo 27 de Enero de 2.019

Tiempo Ordinario /3º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 1, 1-4; 4,14-21

Jesús, Dios Hijo, ha recibido el trono de David

(Ilustre Teófilo): 1Puesto que muchos han intentado componer un relato de los acontecimientos cumplidos entre nosotros, 2según nos han transmitido los que desde el principio, fueron testigos oculares, convertidos después en ministros de la palabra, 3me ha parecido también a mí, después de informarme exactamente de todo desde los orígenes, escribirte ordenadamente, óptimo Teófilo, 4para que conozcas la firmeza de las enseñanzas que tú has recibido de viva voz.

14Jesús, impulsado por el Espíritu, se volvió a Galilea. Su fama corrió por toda la región; 15enseñaba en las sinagogas, siendo celebrado por todos.

16Vino a Nazaret, donde se había criado, y, según costumbre, entró el día de sábado en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. 17Le entregaron un libro del profeta Isaías, y, desenrollándolo, dio con el pasaje donde está escrito: 18<<El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ungió para evangelizar a los pobres; me envió a predicar a los cautivos la libertad, a los ciegos la recuperación de la vista; para poner en libertad a los oprimidos, 19para anunciar un año de gracias del Señor>>.

20Y enrollando el libro, se lo devolvió al servidor y se sentó. Los ojos de cuantos había en la sinagoga estaban fijos en Él. 21Comenzó a decirles: Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Jesús, Dios Hijo, ha recibido el trono de David

Jesús de Nazaret, descendiente de David, el rey, recibió de Dios Padre, el trono, y es el Rey de reyes; y quien lo acepta como el que es y será por los siglos de los siglos, éste proclama y se adhiere a la gran Verdad, a que tenemos entre nosotros, vivo, al Rey de los Judíos, que murió y resucitó. ¡Aleluya! ¡Viva el Rey y Señor!, ¡Dios!

Amigos gentiles, gente venida del este y el oeste, del norte y del sur, que sepáis que Dios es grande, y nació, pequeño e indefenso, de las entrañas purísimas de la Virgen María, en Belén de Judea, allí donde la Historia se escribió con la palabra Amor, porque Dios demostró su Amor, dando a su Hijo Unigénito, nacido de mujer, de la Virgen María, para que tú le adores como a Dios, tu Dios y Señor.

La salvación empezó en Belén, y es firme nuestra fe en el Rey de Cielos y Tierra, Jesús, Dios Hijo, el Amado del Padre, el predilecto de Dios, el Bienaventurado, que pasó tribulaciones y resistió toda mala tentación y toda persecución, fuera de los hombres como de Satanás, que sufre desesperado, porque la salvación es un hecho consumado. Tú, ¡tú!, puedes salvarte, si quieres. ¡Cree y bautízate!

Amén, amén, amén.

P. Jesús

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