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8 de agosto de 2019

Jueves 8 de Agosto de 2.019

Tiempo Ordinario /18º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 16, 13-23

Primer anuncio de la Pasión

13Viniendo Jesús a los términos de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? 14Ellos contestaron: Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías u otro de los profetas. 15Y Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? 16Tomando la palabra Simón Pedro, dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. 17Y Jesús, respondiendo, dijo: Bienaventurado tú, Simón Bar Jona, porque no es la carne ni la sangre quien esto te ha revelado, sino mi Padre, que está en los cielos. 18Y yo te digo a ti que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré yo mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. 19Yo te daré las llaves del reino de los cielos, y cuanto atares en la tierra será atado en los cielos, y cuanto desatares en la tierra será desatado en los cielos. 20Entonces ordenó a los discípulos que a nadie dijeran que Él era el Mesías.

21Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén para sufrir mucho de parte de los ancianos, de los príncipes de los sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y al tercer día resucitar. 22Pedro, tomándole aparte, se puso a amonestarle, diciendo: No quiera Dios, Señor, que esto suceda. 23Pero Él, volviéndose, dijo a Pedro: Retírate de mí, Satanás; tú me sirves de escándalo, porque no sientes las cosas de Dios, sino las de los hombres.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Primer anuncio de la Pasión

Bienaventurado eres tú, que crees que Dios es Jesús y es el Mesías.

Feliz eres, en medio de cualquier tribulación. Y confía, confía, confía.

Dios es Santo, Dios es Bueno, Dios es Misericordioso, Dios es Todopoderoso.

Ése es tu Dios.

Así es tu Dios.

Bendito tú que confías en Quien derramó su Sangre y murió por ti.

No tengas prisa en morir; ¿por dinero?, ¿por dinero vas a morir?, ¿por tus deudas vas a acabar con tu vida? No hagas esto, siempre se puede empezar de nuevo, y gracias a la experiencia, hacerlo mejor. ¡Vive! ¡Ámate a ti mismo! Que éste es parte del segundo gran mandamiento de la Ley de Dios, el que te ames a ti mismo.

Ven, vamos a hacer otros planes, en vez de los que tienes en tu cabeza, esos de acabar con tu vida. ¡Tonterías! Aun tienes mucho que hacer con tu vida. ¡Ven! Yo te digo que vengas conmigo, vamos primero al confesonario y haces una buena confesión; saca toda tu amargura, esa que contiene tu corazón. Y ¡ven conmigo, que soy sacerdote y puedo darte la absolución, y con ella entregarte la reconciliación con Dios!… ¿Cómo va a ser tarde?… ¡no me digas más tonterías! ¡ya basta de ellas por hoy! ¡¡Vive!! Celebra la vida uniéndote con Dios Hijo en la Eucaristía, y ambos, viviendo, veréis como, unidos los dos, ¡nada!: ni el dinero ni los créditos, hipotecas, deudas y demás, os podrán separar jamás.

Para calmarte, te cuento la historia. ¿Recuerdas el “Crac” del año 1.929? ¿Qué pasó? Sencillamente, que pasó. Y volvió el progreso, y volverás tú a progresar en esta vida. Tú no tienes la culpa de que los que mandan no lo hagan como Dios manda. Piensa en la historia y piensa en que Dios contigo, hace historia: tu verdadera historia, la de una vida coherente.

¿Sabes que te digo amigo, amiga?, había muchos, últimamente, que habían dejado a Dios por el dinero, y es bueno que las cosas se hayan puesto en su lugar, porque Dios es más importante y mejor que el dinero, Él puede darte oportunidades de ganar dinero, sin dejarle. ¡No dejes a Dios por el dinero! Regresa con tu Padre.

P. Jesús
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