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5 de mayo de 2018

Sábado 5 de Mayo de 2.018

Tiempo Pascual /5º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Juan 15, 18-21

El odio del mundo

(Dijo Jesús a sus discípulos): 18Si el mundo os aborrece, sabed que me aborreció a mí primero que a vosotros. 19Si fueseis del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, sino que yo os escogí del mundo, por esto el mundo os aborrece. 20Acordaos de la palabra que yo os dije: No es el siervo mayor que su señor. Si me persiguieron a mí, también a vosotros os perseguirán; si guardaren mi palabra, también guardarán la vuestra. 21Pero todas estas cosas haránlas con vosotros por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

El odio del mundo

Si el mundo te odia, ocurrirá que vivirás lo mismo que Jesús, Dios Hijo, vivió, que también le odiaron a Él, a Jesús, a Dios. Y ¿qué hizo contra este odio?, Dios pasó haciendo el bien.

El odio que puedan tenerte, no es de tu incumbencia, no es asunto tuyo, a ti no te influye para nada; este odio no puede hacerte perder la felicidad ni en la tierra ni en el Cielo, porque tu felicidad consta del amor con que Dios te ama, y Dios te ama; entonces, que no te influya este odio de algunos, y en cuanto a sus obras de mal contra ti, acéptalo y perdónalos, Dios te libra de todo mal, esa es la verdad; Dios te libra de las malas obras de los que te odian, por amarle a Él, por servirle a Él, por propagar el Evangelio con tu vida, con toda tu vida en obras y palabras de bondad, de caridad.

No pierdas tiempo en la maldad que recibes de los malos, de los que te odian, y algunos van de buenos, e incluso de santos, pero… pero son malos; por sus obras los conoceréis; ningún árbol bueno da malos frutos, así que todo aquel que es malo, que hace maldades, no es de Dios, aunque vaya a primera fila en la asistencia a la Santa Misa, o se quede en la última para hacerse el humilde, o esté en medio para ser como todos, como cree que son todos los bautizados; no importa tanto el lugar que se ocupa en la Iglesia de Cristo, sino las intenciones del corazón, que salen por y con sus palabras y obras. A cada quién, mira, y ten criterio de su persona, según sus obras y palabras, según la bondad y la caridad con que trata a los demás; malo, con los que el dinero les ciega; malo, con los que quieren ser burgueses para vivir bien sin importarles a costa de quien; muchos es a costa de renunciar a Jesús, a imitar a Jesús, a hacer el bien.

Tu sabes que hacer el bien, te va a crear enemigos, y, bueno, ¿y qué?, los celosos siempre envidian lo mejor, y lo mejor es hacer el bien por caridad, unidos a Dios, a Jesús, el Bueno, el que todo lo hizo bien y te avisó del odio de algunos; pues ¡eso!, ya estás avisado; vive tu vida, sabiendo que cada uno vive la propia, porque cada uno es libre e individual, y será juzgado por Jesús, por Dios, individualmente.

Tienes enemigos por las obras buenas de tu fe, ¡qué bien!, Dios te avisó.

Pero si tienes enemigos por ser malo, ¡uuuyyyy, qué mal!, te espera lo peor, te espera dolor y lágrimas, aquí y después de morir. Recapacita tu conducta y sana tu corazón, porque Dios te ama, Sí, también a ti.

Sé bueno y haz el bien, aunque te odien por ello.

P. Jesús

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