Saltar al contenido

30 de marzo de 2014

Domingo 30 de Marzo de 2.014

Evangelio:

San Juan 9, 1.6-9.13-17.34-38

Jesús cura

Joh 9:1  Pasando, vio a un hombre ciego de nacimiento,
Joh 9:6  Diciendo esto, escupió en el suelo, hizo con saliva un poco de lodo y untó con él los ojos,
Joh 9:7  y le dijo: Vete y lávate en la piscina de Siloé — que quiere decir “enviado” — . Fue, pues, se lavó y volvió con vista.
Joh 9:8  Los vecinos y los que antes le conocían, pues era mendigo, decían: ¿No es éste el que estaba sentado pidiendo limosna?
Joh 9:9  Unos decían que era él; otros decían: No, pero se le parece. El decía: Soy yo.»
Joh 9:13  Llevan a presencia de los fariseos al antes ciego,
Joh 9:14  pues era sábado el día en que Jesús hizo lodo y le abrió los ojos.
Joh 9:15  De nuevo le preguntaron los fariseos cómo había recobrado la vista. El les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, me lavé y veo.
Joh 9:16  Dijeron entonces algunos de los fariseos: No puede venir de Dios este hombre, pues no guarda el sábado. Otros decían: ¿Y cómo puede un hombre pecador hacer tales milagros? Y había desacuerdo entre ellos.
Joh 9:17  Otra vez dijeron al ciego: ¿Qué dices tú de ese que te abrió los ojos? El contestó: Que es profeta.
Joh 9:34  Respondieron y dijéronle: Eres todo pecado desde que naciste, ¿? pretendes enseñarnos? Y le echaron fuera.
Joh 9:35  Oyó Jesús que le habían echado fuera, y, encontrándole, le dijo: ¿Crees en el Hijo del hombre?
Joh 9:36  Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en El?
Joh 9:37  Díjole Jesús: Le estás viendo; es el que habla contigo.»
Joh 9:38  Dijo él: Creo, Señor, y se postró ante El.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Jesús cura

A todos los enfermos curó Jesús, a todos los que querían ser curados, curó Dios, Jesús. Los evangelios están llenos de las curaciones que Jesús, Dios, realizó. Incluso devolvió la vida a varios que habían muerto.

Dios Ama a todos y se compadece de los que sufren. Dios quiere una vida digna para todos.

Curó, repartió comida, y salvó a todos. Tú estás salvado porque Dios murió por ti. Murió y resucitó.

Todos mueren y resucitan, unos a la vida eterna en el Cielo, otros a la vida eterna en el infierno. Nadie se queda eternamente en la tierra, pero todos viven eternamente.

P. Jesús

© copyright