29 de mayo de 2015

Mar 11:12 A la mañana siguiente, saliendo de Betania, Jesús sintió hambre.
Mar 11:13 Viendo de lejos una higuera, se fue por si encontraba algo en ella, y, llegándose a ella, no encontró sino hojas, porque no era tiempo de higos.
Mar 11:14 Tomando la palabra, dijo: Que nunca jamás coma ya nadie fruto de ti. Los discípulos le oyeron.
Mar 11:15 Llegaron a Jerusalén y, entrando en el templo, se puso a expulsar a los que allí vendían y compraban, y derribó las mesas de los cambistas y los asientos de los vendedores de palomas;»
Mar 11:16 no permitía que nadie transportase fardo alguno por el templo,
Mar 11:17 y les enseñaba y decía: ¿No está escrito: “Mi casa será casa de oración para todas las gentes”? Pero vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones.
Mar 11:19 Cuando se hizo tarde, salió de la ciudad.
Mar 11:20 Pasando de madrugada, vieron que la higuera se había secado de raíz.
Mar 11:21 Acordándose Pedro, le dijo: Rabí, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
Mar 11:22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
Mar 11:23 En verdad os digo que si alguno dijere a este monte: Quítate y arrójate al mar, y no vacilare en su corazón, sino que creyere que lo dicho se ha de hacer, se le hará.
Mar 11:24 Por esto os digo, todo cuanto orando pidiereis, creed que lo recibiréis y se os dará.
Mar 11:25 Cuando os pusieseis en pie para orar, si tenéis alguna cosa contra alguien, perdonadlo primero, para que vuestro Padre, que está en los cielos, os perdone a vosotros vuestros pecados.
Mar 11:26 Porque, si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre, que está en los cielos, os perdonará vuestras ofensas.