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22 de julio de 2023

Sábado 22 de Julio de 2.023

Tiempo Ordinario/15º – Fiesta de Santa María de Magdalena

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Juan 20, 1-2.11-18

Aparición a María Magdalena.

1El día primero de la semana, María Magdalena vino muy de madrugada, cuando aún era de noche, al monumento, y vio quitada la piedra del monumento. 2Corrió y vino a Simón Pedro y al otro discípulo a quien Jesús amaba, y les dijo: Han tomado al Señor del monumento y no sabemos dónde lo han puesto.

11María se quedó junto al monumento, fuera, llorando. Mientras lloraba, se inclinó hacia el monumento, 12y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies de donde había estado el cuerpo de Jesús. 13Le dijeron: ¿Por qué lloras, mujer? Ella les dijo: Porque han tomado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto. Diciendo esto, se volvió para atrás y vio a Jesús que estaba allí, pero no conoció que fuese Jesús. 15Díjole Jesús: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, creyendo que era el hortelano, le dijo: Señor, si lo has llevado tú, dime dónde lo has puesto, y yo lo tomaré. 16Díjole Jesús: ¡María! Ella, volviéndose, le dijo en hebreo: ¡Rabboni!, que quiere decir Maestro. 17Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido al Padre; pero ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. 18María Magdalena fue a anunciar a los discípulos: <<He visto al Señor>>, y las cosas que le había dicho.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Aparición a María Magdalena.

Pocos que han sido grandes pecadores y se arrepintieron en algún momento de su vida, pocos hay que sigan luego fieles a Dios, porque la carne, las costumbres y los amigos los llaman a gritos y, ellos, seducidos por lo conocido, renuncian a Dios, al sacrificio de llevar su cruz por amor, y caen y les entran siete demonios peores que el que tenían antes de arrepentirse, y posiblemente uno de ellos sea el de la astucia encubridora de que siguen siendo pecadores aunque lo disimulan por el orgullo de no querer demostrar que no aman a Dios sobre todas las cosas.

¡Mucho cuidado con los que han sido grandes y declarados pecadores, porque posiblemente no han cambiado!

Pero hay pocos, pero hay, que sí que cambian y hacen del mundo un mundo mejor y aman tanto a Dios, como lo amó María Magdalena, que es de las primeras en ir ante la tumba a llorar al Señor.

¿Cómo saber si los que dicen que se han arrepentido así es? Porque tienen que cambiar totalmente de vida; sus hechos deben ser distintos y cambiar de amigos. Por eso a veces, Dios que tanto ama a los que le aman, esos que le aman y les falta voluntad pero tienen un corazón grande para amar, les ayuda a apartarse de su vida pasada, de sus amigos, aceptando le pasen desgracias, circunstancias que harán que los que le sujetaban al mal se marchen de una vez y definitivamente, y así él-ella, podrá cambiar de vida y tener unas circunstancias nuevas, hacer cosas distintas de las que hacía y así su virtud empezará realmente una nueva vida, la vida de la fe, porque no sólo la fe salva, sino que te salvas por las obras de la fe.

P. Jesús
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