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20 de febrero de 2020

Jueves 20 de Febrero de 2.020

Tiempo Ordinario/6º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Marcos 8, 27-33

Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

27Iba Jesús con sus discípulos a las aldeas de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? 28Ellos le respondieron diciendo: Unos, que Juan Bautista; otros, que Elías, y otros, que uno de los profetas. 29Él les preguntó: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Mesías. 30Y les encargó que a nadie dijeran esto de Él.

31Comenzó a enseñarles cómo era preciso que el Hijo del hombre padeciese mucho, y que fuese rechazado por los ancianos y los príncipes de los sacerdotes y los escribas, y que fuese muerto y resucitase después de tres días. Claramente les hablaba de esto. 32Pedro, tomándole aparte, se puso a reprenderle. 33Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro y le dijo: Quítate allá, Satán, pues tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

A ver, dime, ¿Quién dices tú que es Jesús el Nazareno? Sí, el carpintero de Nazaret. Dime tú…

Depende de tu respuesta, vas a salvarte por tu fe.

Si crees que es Dios, el Hijo de María, la del «Sí», La de la Bondad y Pureza, la que vivió sólo para servir y amar a Dios, entonces, todo irá bien para ti, porque Dios, con su Providencia Divina, permitirá que la vida te pula hasta que seas feliz en esta tierra; cuando logres ser feliz en esta tierra, por el hecho de conocerle, de amarle y servirle, pases lo que pases, entonces, es que María, tu Madre del Cielo, está hablando a Dios de ti, y como buena Madre, te limpia y te pone bien guapo para que seas digno de ser hijo de Dios, y siéndolo, des olor de santidad, que es la felicidad perfecta en la tierra y en el Cielo.

Te lo aconsejo: Ve a María, la Madre de Dios, y te ahorrarás muchas palizas que debería darte la vida para limpiarte de tu soberbia, egoísmo y necedad. ¡Ve a Dios por la vía rápida! Con María, tu preciosa Madre Celestial.

¡Qué alegría!

¡Ves! Ya te lo he dicho antes, Dios quiere que seas feliz en la tierra también. Ánimo; si te unes a Santa María Virgen, todo te irá bien: Olerás a rosas y dirás siempre cosas hermosas de los demás.

Caridad.

P. Jesús
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