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14 de marzo de 2014

Viernes 14 de Marzo de 2.014

Evangelio:

San Mateo 5, 20-26

Domina tus sentimientos

Mat 5:20  Jesús dijo: Porque os digo que, si vuestra justicia no supera a la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Mat 5:21  Habéis oído que se dijo a los antiguos: No matarás; el que matare será reo de juicio.»
Mat 5:22  Pero yo os digo que todo el que se irrita contra su hermano será reo de juicio, el que le dijere “raca” será reo ante el sanedrín, y el que le dijere “loco” será reo de la gehenna de fuego.
Mat 5:23  Si vas, pues, a presentar una ofrenda ante el altar y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti,
Mat 5:24  deja allí tu ofrenda ante el altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano y luego vuelve a presentar tu ofrenda.
Mat 5:25  Muéstrate, cuanto antes, conciliador con tu adversario mientras vas con él por el camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas puesto en prisión.
Mat 5:26  Que en verdad te digo que no saldrás de allí hasta que pagues el último cuadrante.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Domina tus sentimientos

Tus sentimientos, como tú y tus obras, deben de ser buenos; y aunque te hagan mal, tú sé bueno, tú no quieras tener malos sentimientos para nadie. ¿Cómo se logra esto?, amando a Dios sobre todas las cosas y personas, queriendo agradar a Dios sobre todas las personas, sobre ti mismo, incluso. Y a Dios le agrada que trates a todos como si a Él lo trataras, como si hablaras con Él; aunque claro, tantas veces pasa, que esa persona con la que hablas, ella, no es como Jesús, ni se le asemeja, ni le importa, más bien parece un Judas, un Herodes, un Pilatos, un escriba o fariseo. Pero, con la práctica, aunque ellos no sean Jesús, tú podrás hablar, estar con ellos, como si estuvieras con Jesús, Dios, como si hablaras, con Jesús, Dios. Todo es cuestión de práctica.

No dejes que los malos hagan, te hagan mal, ese mal de dejar tú la bondad, la caridad y empezar a tratarlos por quienes son y no por quienes deberían ser: otro Jesús de Nazaret.

¡Ánimo, amigo, la ayuda del Buen Dios, siempre está contigo!, y una vez superada la mala tentación de dejarte llevar por lo que te dan y recibes, y dando tú, lo que Jesús, Dios, te da y te dio, entonces, podrás, podrás dominar tus sentimientos malos y hacer el bien que todos deben hacer, ¡tú también!

P. Jesús

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