Saltar al contenido

1 de diciembre de 2023

Viernes 1 de Diciembre de 2.023

Tiempo Ordinario/34º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 21, 29-33

Señales de proximidad del Reino de Dios

Dijo Jesús a sus discípulos: 29Y les dijo una parábola: Ved la higuera y todos los árboles; 30cuando echan ya brotes, viéndolos, conocéis por ellos que se acerca el verano. 31Así también vosotros, cuando veáis estas cosas, conoced que está cerca el reino de Dios.32En verdad os digo que no pasará esta generación antes que todo suceda. 33El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Señales de proximidad del Reino de Dios

Me temo que algunos están esperando aplausos y bienes gananciales, y no tienen tiempo ni ganas de observar.

Cerca estará el Reino de Dios, en el tiempo previsto, cuando las señales serán vistas por los que, sabiendo el Evangelio, han propagado la fe del tiempo aquel, en que se verán las señales de proximidad del Reino de Dios.

No esperes más, arrepiéntete de tus pecados cometidos. Abandona la mala fe de querer engañarte a ti mismo, a ti misma, porque a Dios no le engañas, ni le vas a engañar jamás; Él sabe que pecas y no tienes temor de tus pecados, y, ¡tan bueno que habías sido! Acude al perdón, y vé a la reconciliación con Dios, antes de que sucedan estas cosas que van a suceder.

Ten voluntad para dejar de pecar, y sé fuerte y veraz, para llamar al pan, pan, y al pecado, pecado, y no “errores”. Los errores son otra cosa; el pecado es distinto, el pecado es ir contra Dios mismo, que pide cumplas con su Ley, la Ley de Dios, para que seas feliz, siendo lo que debes ser, por lo que Dios te creó, para la bondad en la más alta perfección.

Busca tu vida, viviendo la Palabra de Dios.

¡Ánimo! Deja el pecado, y gira tu cara a Dios, mira su rostro cómo te ama, y para siempre es su amor. ¿Lo aceptas? Entonces no peques más. Únete a Dios en el mismo amor de criatura y Creador.

Vive en paz.

P. Jesús
© copyright