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P. Jesús - 1273. página

30 de julio de 2020

Jueves 30 de Julio de 2.020

Tiempo Ordinario/17º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San mateo 13, 47-53

Lo malo, tirarlo afuera

(Dijo Jesús a la muchedumbre):47Es también semejante el reino de los cielos a una red barredera, que se echa en el mar y recoge peces de toda suerte, 48y, llena, la sacan sobre la playa, y, sentándose, recogen los peces buenos en canastos, y los malos los tiran. 49Así será a la consumación del mundo: saldrán los ángeles y separarán a los malos de los justos, 50y los arrojarán al horno de fuego; allí habrá llanto y crujir de dientes.51¿Habéis entendido todo esto? Respondiéronle: Sí. 52Y les dijo: Así, todo escriba instruido en la doctrina del reino de los cielos es como el amo de casa, que de su tesoro saca lo nuevo y lo añejo.

53Cuando hubo terminado Jesús estas parábolas, se alejó de allí.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Lo malo, tirarlo afuera

Tenlo claro, como claro lo dijo Dios, Jesús, los malos serán echados afuera y no habrá Cielo Eterno para ellos. ¡No es un cuento!, es la verdad que va a pasar, ¡y pasará!

Empieza a negociar con tu vida, con las obras y palabras tuyas, estando en vida.

Vamos a hablar de dinero.

Ya veis todos, cómo acabó el tiempo del capitalismo, ¡con pérdidas para todos!, con dolor y sufrimiento. Aprended de todo este tiempo, y no os perdáis el Cielo; ¡es ya lo último que os queda!

Sed realistas, ya no queda nada más para satisfaceros. Tantos esfuerzos, y nada, el capital se esfumó; los capitalistas crearon ilusión, os ilusionaron, y ¡mirad! como está todo el mundo hoy: mal, muy mal, ¡no hay ya capital!, sólo queda el valor del comerciante que, viendo que el Cielo es lo único aceptable, pasa esta crisis con valor y apunta a este nuevo horizonte, el amor universal de todo un Dios, también carnal, Jesús, el Mesías.

No es engaño, que Dios te ama y que quiere salvarte; el engaño fue pensar que el dinero te haría el amo del mundo. ¿Ves?… como tú, todos.

Ahora empiezan los tiempos de la fe. ¡Aleluya!

Ver para creer.

Cree que te timaron al unirte al capitalismo, y sigue con la ilusión de alcanzar el éxito que está, reside, en la libertad de hacer el bien, de resistir los malos tiempos y dar más importancia a lo espiritual, que a lo material, porque ¿dónde está el capital?… ¡no hay! Sólo perduran los bienes del alma, que se ganan con el corazón sano de codicia y lleno de perdón, misericordia, bondad y esperanza, en la fe de vivir la caridad para ganarse la dicha en la Eternidad.

Ni uno vive para siempre. ¡Tú tampoco!

P. Jesús
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