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P. Jesús - 1159. página

5 de abril de 2020

Domingo 5 de Abril de 2.020

Semana Santa – Domingo de Ramos en la Pasión del Señor

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 27, 11-54

Sí, Jesús, es el Rey de los judíos y de todos

11Jesús fue presentado ante el procurador, que le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Respondió Jesús: Tú lo dices. 12Pero a las acusaciones hechas por los príncipes de los sacerdotes y ancianos nada respondía. 13Díjole entonces Pilato: ¿No oyes todo lo que dicen contra ti? 14Pero Él no respondía a nada, de suerte que el procurador se maravilló sobremanera. 15Era costumbre que el procurador, con ocasión de la fiesta, diese a la muchedumbre la libertad de un preso, el que pidieran. 16Había entonces un preso famoso llamado Barrabás. 17Estando, pues, reunidos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás o a Jesús, el llamado Mesías? 18Pues sabía que por envidia se lo habían entregado. 19Mientras estaba sentado en el tribunal, envió su mujer a decirle: No te metas con ese justo, pues he padecido mucho hoy en sueños por causa de él. 20Pero los príncipes de los sacerdotes y ancianos persuadieron a la muchedumbre que pidieran a Barrabás e hicieran perecer a Jesús. 21Tomando la palabra el procurador, les dijo: ¿A quién de los dos queréis que os dé por libre? Ellos respondieron: A Barrabás. 22Díjoles Pilato: Entonces, ¿qué queréis que haga con Jesús, el llamado Mesías? Todos dijeron: ¡Crucifíquenle! 23Dijo el procurador: ¿Y qué mal ha hecho? Ellos gritaron más diciendo: ¡Crucifíquenle! 24Viendo, pues, Pilato que nada conseguía, sino que el tumulto crecía cada vez más, tomó agua y se lavó las manos delante de la muchedumbre, diciendo: Yo soy inocente de esta sangre; vosotros veáis. 25Y todo el pueblo contestó diciendo: Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos. 26Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de haberle hecho azotar, se lo entregó para que le crucificaran.

Jesús, escarnecido por los soldados 

27Entonces los soldados del gobernador, tomando a Jesús, lo condujeron al pretorio, y, reuniendo en torno a él a toda la cohorte, 28y, despojándole de sus vestiduras, le echaron encima una clámide de púrpura, 29y, tejiendo una corona de espinas, se la pusieron sobre la cabeza, y en la mano una caña; y doblando ante Él la rodilla, se burlaban diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! 30Y, escupiéndole, tomaban la caña y le herían con ella en la cabeza. 31Después de haberse divertido con Él, le quitaron la clámide, le pusieron sus vestidos y le llevaron a crucificar.

La crucifixión 

32Al salir encontraron a un hombre de Cirene, de nombre Simón, al cual requisaron para que llevase la cruz. 33Llegando al sitio llamado Gólgota, que quiere decir el lugar de la calavera, 34diéronle a beber vino mezclado con hiel; mas, en cuanto lo gustó, no quiso beberlo. 35Así que lo crucificaron, se dividieron sus vestidos, echándolos a suertes, 36y, sentados, hacían la guardia allí. 37Sobre su cabeza pusieron escrita su causa: Este es Jesús, el Rey de los judíos. 38Entonces fueron crucificados con Él dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. 39Los que pasaban lo injuriaban moviendo la cabeza 40y diciendo: Tú, que destruías el templo y lo reedificabas en tres días, sálvate ahora a ti mismo; si eres Hijo de Dios, baja de esa cruz.

41E igualmente los príncipes de los sacerdotes, con los escribas y ancianos, se burlaban y decían: 42Salvó a otros, y a sí mismo no puede salvarse. Si es el rey de Israel, que baje ahora de la cruz y creeremos en Él. 43Ha puesto su confianza en Dios; que Él le libre ahora, si es que le quiere, puesto que ha dicho: Soy el Hijo de Dios. 44Asimismo, los bandidos que con Él estaban crucificados lo ultrajaban.

La muerte de Jesús 

45Desde la hora de sexta se extendieron las tinieblas sobre la tierra hasta la hora de nona. 46Hacia la hora de nona exclamó Jesús con voz fuerte, diciendo: Eli, Eli lema sabachtaní! Que quiere decir: <<Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?>>47Algunos de los que allí estaban, oyéndolo, decían: A Elías llama éste.48Luego, corriendo, uno de ellos tomó una esponja, la empapó de vinagre, la fijó en una caña y se la dio a beber. 49Otros decían: Deja, veamos si viene Elías a salvarle. 50Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, expiró.

El duelo por Jesús 

51La cortina del templo se rasgó de arriba abajo en dos partes, 52la tierra tembló y se hendieron las rocas; se abrieron los monumentos, y muchos cuerpos de santos que dormían, resucitaron, 53y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de Él, vinieron a la ciudad santa y se aparecieron a muchos. 54El centurión y los que con él guardaban a Jesús, viendo el terremoto y cuanto había sucedido, temieron sobremanera y se decían: Verdaderamente, éste era Hijo de Dios.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Sí, Jesús, es el Rey de los judíos y de todos

El Rey, Cristo, Jesús, el Hijo de Dios, reina en el Cielo, y los hombres mueren y no regresan a la tierra; ¿adónde van?…

¿Adónde quieres ir tú, al Cielo o al Infierno?

Bendice la obra de Dios, que es su Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

Hazte un seguidor de Jesús, y sé su discípulo para ir al Cielo, y por tu ejemplo y palabras, llevar a muchos contigo.

¡Todos al cielo, amigo!

P. Jesús
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