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Evangelios febrero 2021 - 2. página

1 de febrero de 2021

Lunes 1 de Febrero de 2.021

Tiempo Ordinario/4º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Marcos 5, 1-3a.6-13.16-20

Jesús, Dios, atormentaba a los demonios

1Llegaron (Jesús y sus discípulos) al otro lado del mar, a la región de los gerasenos, 2y en cuanto salió de la barca vino a su encuentro, saliendo de entre los sepulcros, un hombre poseído de un espíritu impuro, 3que tenía su morada entre los sepulcros. 6Viendo desde lejos a Jesús, corrió y se postró ante Él, 7y, gritando en alta voz, dijo: ¿Qué hay entre ti y mí, Jesús, Hijo del Dios altísimo? Por Dios te conjuro que no me atormentes. 8Pues Él le decía: Sal, espíritu impuro, de ese hombre. 9Y le preguntó: ¿Cuál es tu nombre? El dijo: Legión es mi nombre, porque somos muchos. 10Y le suplicaba insistentemente que no le echase fuera de aquella región. 11Como hubiera por allí en el monte una gran piara de puercos paciendo, 12le suplicaban aquéllos diciendo: Envíanos a los puercos para que entremos en ellos. 13Y se lo permitió, y los espíritus impuros salieron y entraron en los puercos, y la piara, en número de dos mil, se precipitó por un acantilado en el mar, y en él se ahogaron. 16Los testigos les referían el suceso del endemoniado y de los puercos. 17Pusiéronse a rogarle que se alejase de sus contornos; 18Subiendo Él en la barca, el endemoniado le suplicaba que le permitiese acompañarle. 19Mas no se lo permitió, antes le dijo: Vete a tu casa y a los tuyos y cuéntales cuanto el Señor ha hecho contigo y cómo ha tenido misericordia de ti. 20Y él se fue y comenzó a predicar en la Decápolis cuanto le había hecho Jesús, y todos se maravillaban.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Jesús, Dios, atormentaba a los demonios

Atormentados los demonios por el poder de Dios, le pidieron, porque le conocían, y le dijeron quien era: Jesús, Hijo del Dios altísimo; ellos, los demonios, le conocían, sabían quién era y cuál era su poder, poder tal, que podía hacer con ellos, con los espíritus impuros, lo que quisiera, y le piden que los deje entrar en los puercos, y Jesús se lo concede. Sí, vemos por los hechos, que los demonios entran en los cerdos, y siendo así, es que Dios, Jesús, se lo concede, y por lo cual, Dios tiene el poder de hacer lo que quiere, incluso lo que los demonios le piden; y por eso yo me pregunto, ¿por qué hay personas que piden a los brujos, que piden a los demonios, si los demonios pidieron a Jesús, a Dios?; ¿por qué la gente no pide directamente a Jesús, Dios?, ¿por qué venden su alma, hablando y pidiendo favores a los demonios, que no tienen todo el poder, sino que es Dios, Jesús, quien tiene todo el poder?.

A ti, que has ido a videntes malignos, a brujos, y además has pagado dinero para suplicar un favor, cuando es gratis conectar con Dios directamente, no te comprendo. ¿Tú te comprendes a ti mismo?

¿Crees que los favores se pagan con dinero?, ¿crees que con dar tu alma a Satanás, te va a dar lo que quieres, si los demonios suplicaron a Jesús, a Dios?

Debes leer la Sagrada Biblia, sobre todo los Evangelios, y conocer a Jesús, Dios, a Este que los demonios temen y le piden que les permita ir a los puercos.

Los demonios temen a Jesús, Dios, y tú vas a los demonios que temen a Jesús, Dios, y abandonas a Dios, Jesús. Piénsatelo mejor, porque esta no es tu mejor opción; tu mejor opción, es ir directamente al que tiene poder, y que, gratis, te ayuda, es más, pagó por ti con su propia vida, muriendo en la Cruz, para que tú, tú, dejes de tener miedo y empieces a vivir en paz, en la paz de ver la verdad, la verdad de saber quién tiene el verdadero poder, DIOS.

Anda, seca tus lágrimas y vete a confesar. Y, a lo mejor, necesitarás un exorcismo, practicado por un sacerdote, porque estar en contacto con los demonios, como has estado, esto te ha perturbado, y quizás estás infectado por el maligno. Ve, hijo mío, ve, que Dios, Jesús, te quiere vivo, te quiere viviendo feliz y contento, la alegría de pertenecer a su Cuerpo Místico, que la Iglesia es esto, no son los lujos ni los palacios episcopales, la Iglesia es esta unión, por la fe y el bautismo y los demás sacramentos, para ser ya en este mundo, de Cristo, el Hijo de Dios, el Altísimo, este que, desde el Cielo, te mira con benevolencia porque sabe que muchos sacerdotes no te han explicado bien de qué va todo este tema del espiritismo; ellos hablan mucho del amor de Dios, y sí, existe el amor de Dios, como existe el demonio que persigue al hombre para hacer lo mismo que hicieron esos demonios una vez dentro de los puercos, se tiraron por el acantilado, y allí se acabó todo para los puercos. Tú no eres un puerco, eres un hijo de Dios, eres un ser humano con el don del raciocinio, así que piensa, piensa en ir directo a Dios, Jesús, y olvídate de los demonios, que no quiero que acabes así de mal como acabaron los puercos.

¿Por qué una vez los demonios dentro de los puercos, no se fueron a comer, y en vez de eso y pensar en vivir, se tiraron por el precipicio y murieron?… Porque el demonio, los demonios, no hacen nada coherente; lo más normal, ya que estaban dentro de los cerdos, ya que Dios se lo permitió, sería vivir en ellos y disfrutar del campo y de la vida, pero no, los hicieron padecer, los hicieron tirarse por el barranco. Nada bueno hace el demonio para los demás; si tiene miedo ante Jesús, Dios, entonces, por qué sigues con él. Creo que, si meditas bien, verás que vas por mal camino, porque todo esto de los hechizos, las maldiciones, el entrar en trance por una profunda meditación, al dejar la mente en blanco, te está haciendo perder tu personalidad, la de ser humano, la de tener sentido común, la de ser un ser racional. ¡Ojo!, piénsatelo, no quieras acabar como los puercos, que perecieron al caer por el precipicio.

Mañana seguimos hablando, y tú sigue leyéndome; hacemos un buen equipo ¿no crees?, yo te hablo y tú me lees.

¡Hasta mañana, amigo-a!!!!!

Te espero. Y no salgas corriendo como hicieron los puercos. Tú tienes un Dios que te ama, y no tienes por qué permitir que el demonio te domine. Tú tienes voluntad y entendimiento, sólo que en algunas cosas, estás equivocado-a, pero si me sigues leyendo, te enseñaré lo maravilloso que es el Evangelio de la fe católica.

Te espero.

Tú, ven mañana, y cada día.

Amén.

P. Jesús

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