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Evangelios octubre 2020 - 2. página

1 de octubre de 2020

Jueves 1 de Octubre de 2.020

Tiempo Ordinario/26º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 10, 1-12

De dos en dos a propagar la fe

1Después de esto, designó Jesús a otros setenta y dos y los envió, de dos en dos, delante de sí, a toda ciudad y lugar adonde Él había de venir, 2y les dijo: La mies es mucha y los obreros pocos; rogad, pues, al amo mande obreros a su mies. 3Id, yo os envío como corderos en medio de lobos. 4No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias, y a nadie saludéis por el camino. 5En cualquier casa en que entréis, decid primero: La paz sea con esta casa. 6Si hubiere en ella un hijo de la paz, descansará sobre él vuestra paz; si no, se volverá a vosotros. 7Permaneced en esa casa y comed y bebed lo que os sirvieren, porque el obrero es digno de su salario. No vayáis de casa en casa. 8En cualquier ciudad donde entréis y no os recibieren, comed lo que os fuere servido, 9y curad a los enfermos que en ella hubiere, y decidles: El reino de Dios está cerca de vosotros. 10En cualquiera ciudad donde entréis y no os recibieren, salid a las plazas y decid: 11Hasta el polvo que de vuestra ciudad se nos pegó a los pies, lo sacudimos sobre vosotros, pero sabed que el reino de Dios está cerca. 12Yo os digo que aquel día Sodoma será tratada con menos rigor que esa ciudad.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

De dos en dos a propagar la fe

Hay quien dice que donde no hay paz, allí no está Dios. Ahora no penséis que donde hay guerra, donde hay pleitos y odios, rencillas, orgullo, soberbia, allí no estará Dios mediando para que haya paz, amor y reconciliación, porque sí que está; lo que ocurre es que, normalmente, la paz se pone allí donde no hay, es decir, donde no hay paz, hay que ponerla o marcharse de esta casa.

Así lo leemos en la Sagrada Biblia, en el Evangelio de hoy, que las órdenes de Dios, de Jesús, que se fueran de dos en dos a predicar y a sanar, y allí donde no hubiera paz, no se quedaran; pero sí que pasaban por todos los lugares predicando la conversión al Amor, porque todos sabemos que Dios es un Dios de amor, a pesar de permitir guerras, y sabemos que las permitió porque el Antiguo Testamento está repleto de ellas; incluso el mismo Dios tomaba parte en una de las partes y ayudaba algunas veces a ganar, y castigaba a su pueblo, infiel a Él, y permitía que perdieran alguna batalla para que así fueran a buscarlo en su dolor de la pérdida, porque a veces, a algunos, ganar se les sube a la cabeza, y luego hacen fiestas paganas con becerros de oro y apartan a Dios de sus vidas, venerando al dinero, ¡adorando al dinero!

Pero tú, ¡tú!, tú eres fantástico, estás peleando en tu guerra, porque van persiguiéndote para quitarte la paz, para destruirte la fe, para reducirte a nada y que hagas como muchos, que adores al becerro de oro, que por dinero vendas tu alma al Diablo.

Tú, tú eres fantástico, un desastre fantástico. (Lo de desastre quien no lo entienda, que lea el evangelio y la meditación de ayer, y lo comprenderá)

Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe:
fantástico, ca:
Increíble.

col. Sensacional, magnífico:

Vemos que el diccionario dice de ti, que eres fantástico, dice que eres increíble, sensacional, magnífico.

Increíble, y es que muchos creen que no puedes ser real, que tanta bondad y humildad, no es posible, pero sí, así eres, por las obras de tu fe, tú, tú eres fantástico.

Y además eres sensacional, porque transmites una sensación tal, que das paz, y la paz es algo fantástico, hoy en día y en los tiempos de Moisés, también.

Y eres magnífico, algo grande, como la bondad que profesas haciendo el bien, aguantando todo el mal que te hacen de palabra o de obra, y estás por encima de ese mal, por eso eres magnífico, grande, ¡fantástico!

Te lo dije ayer, ¿recuerdas?, te lo dije, dije que eras fantástico, y lo eres; eres fantástico, sin dinero, sin casa, sin empleo bien remunerado; sí, sin nada de eso, eres fantástico, y eso es lo fantástico, que puedes serlo, precisamente porque no necesitas de nada material para mostrarte como lo que eres, ¡fantástico!, como todo buen discípulo de Cristo, ¡el Fantástico!

Cuando vas y das paz en medio de guerras: contiendas, odios, rencores, orgullos, soberbias, cuando haces esto, hijo mío, hija mía, ¡ERES FANTÁSTICO!, como Fantástico es Dios.

P. Jesús
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