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Evangelios noviembre 2020 - 2. página

1 de noviembre de 2020

Domingo 1 de Noviembre de 2.020

Tiempo Ordinario/31º -Solemnidad de Todos los Santos

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 5, 1-12a.

Dichosos los pobres en el Espíritu

1Viendo (Jesús) a la muchedumbre, subió a un monte, y cuando se hubo sentado, se le acercaron los discípulos; 2y abriendo Él su boca, les enseñaba, diciendo:

3Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 4Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra. 5Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. 6Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartos. 7Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 8Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. 9Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque suyo es el reino de los cielos.

11Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan y con mentira digan contra vosotros todo género de mal por mí. 12aAlegraos y regocijaos, porque grande será en los cielos vuestra recompensa.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Dichosos los pobres en el Espíritu

Los no nacidos, los abortados, los asesinados en las entrañas de su madre, esos son:
«Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque quedarán saciados”.

La justicia está, y se cumplirá, en la condenación de los que usurparon la justicia y cometiendo injusticia: no los dejaron nacer, los abortaron, los asesinaron. Muchas lágrimas de dolor y desespero están siendo derramadas por los muertos, por los que murieron sin vivir en Gracia de Dios.

Sólo son y serán felices los bienaventurados de Dios, por Dios, por su muerte en la Cruz, la de Jesús, el Hijo de Dios.

Arrepiéntete de tus pecados y ponte en la condición espiritual de vivir en Gracia de Dios. ¡Dios perdona siempre! Pídele perdón y empieza de nuevo a vivir las bienaventuranzas. Sé amado de Dios, por Dios.

P. Jesús
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