Sábado 27 de Julio de 2.019
Tiempo Ordinario /16º
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Evangelio:
San Mateo 13, 24-30 Cizaña 24Les propuso (Jesús a la muchedumbre) otra parábola, diciendo: Es semejante el reino de los cielos a uno que sembró en su campo semilla buena. 25Pero, mientras su gente dormía, vino el enemigo, sembró cizaña entre el trigo y se fue. 26Cuando creció la hierba y dio fruto, entonces apareció la cizaña. 27Acercándose los criados al amo, le dijeron: Señor, ¿no has sembrado semilla buena en tu campo? ¿De dónde viene, pues, que haya cizaña? 28Y él les contestó: Eso es obra de un enemigo. Dijéronle: ¿Quieres que vayamos y la arranquemos? 29Y les dijo: No, no sea que, al querer arrancar la cizaña, arranquéis con ella el trigo. 30Dejad que ambos crezcan hasta la siega; y al tiempo de la siega diré a los segadores: Tomad primero la cizaña y atadla en haces para quemarla, y el trigo recogedlo para encerrarlo en el granero. Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) «Palabra del Señor» «Gloria a ti Señor Jesús» |
Meditación:
Cizaña Algunos son especialistas en sembrar cizaña entre unos y otros, ¡qué mal! El mal que hace la maldad o la necedad, perjudica muchas veces a las almas santas, estas que sufren por la cizaña que otros han sembrado al murmurar, al calumniar, al juzgarte a ti ante los demás, sin estar tú presente. ¡Esto duele! Seamos personas de unión, personas de paz, almas de oración y esperanza. No hay nada más bonito que la familia unida, unida por los lazos de la fe, la esperanza y la caridad. ¡Se puede! Pero no sólo tiene que querer uno, en esto, todos tienen que desearlo, porque a la que haya uno que siembre cizaña, se pierde toda la familia por malos entendidos, más que por los egoísmos. Poned oídos atentos, y si alguien de la familia quiere poner cizaña, dale un beso, un abrazo, y no permitas que te cuente nada malo, porque a la que le dejes hablar, se romperá la amistad con otros que también te necesitan, porque la familia necesita de todos para hacerse bien unos a otros. Y si ya has caído en desgracia y la cizaña de algunos te ha separado de los demás, ¡ten paz!, porque si los necios han escuchado sin preguntarte, y te han sentenciado, sólo con oír comentarios, no son dignos de ti, y siempre irán cayendo en lo mismo, en escuchar a unos y a otros, y al final, todos, todos van a quedar solos, porque todos pierden cuando se pierde el respeto. Vosotros, cristianos, sed buenos y respetaos, porque la caridad empieza con el respeto tuyo y ajeno. Paz. P. Jesús |