Evangelios junio 2017 - 3. página

Dios lo sabe todo, todo de ti; sabe de qué vas a morir, y sabe si vas a aceptar su amor y vivirás de acuerdo con lo que Dios te pide, el cumplimiento de la Ley de Dios.

Si vives, es que puedes, al igual que Santa María, decirle sí a Dios, a toda su voluntad. Si te rebelas, como hizo Satanás, ¿qué quieres que haga Dios? Él, Dios, te dio la libertad, y aunque sabe lo que harás con ella, si te dio la vida, es que tenía esperanzas puestas en ti. Si algo falla, es por tu culpa, no por Dios, porque Él, Dios, te amó antes de los tiempos y decidió que tú llegaras al mundo en este tiempo, tiempo ideal para que tú vivas la fe y demuestres las obras de la misma. ¿Que es difícil? Sí, es difícil para ti vivir la fe, porque aún no has dejado la ignorancia, aun crees que es el dinero lo que da la felicidad, y viviendo en este error, has vendido a tus padres, has obrado con iniquidad. Ahora tienes el dinero, pero no tienes ni amor ni dignidad, y eso aún irá de mal en peor, porque lo que sembraste, eso vas a recoger, y no porque Dios sea malo, sino porque tú no obraste el bien, pudiendo hacerlo; te cegó la codicia, y serviste al dinero, antes de cumplir con los diez mandamientos de la Ley de Dios.

No culpes a Dios de tus desgracias. Tú te buscaste la desdicha, al hacer desdichados a los que tanto te amaron, y los vendiste por treinta monedas de plata. Compraste el campo, pero no te va a durar esta falsa euforia del placer adquirido por la traición. Arrepiéntete y no peques más. Dios te ama.