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Evangelios agosto 2016 - 3. página

2 de agosto de 2016

Martes 2 de Agosto de 2.016

Evangelio:

San Mateo 14, 22-36

Jesús obligó a sus discípulos a subir a la barca

Mat 14:22 Después que la gente se hubo saciado, Jesús mandó a los discípulos subir en la barca y precederle a la otra orilla, mientras Él despedía a la muchedumbre.
Mat 14:23 Una vez que la despidió, subió a un monte apartado para orar. Llegada la noche, estaba allí solo.
Mat 14:24 La barca estaba ya en medio del mar, agitada por las olas, pues el viento le era contrario.
Mat 14:25 En la cuarta vigilia de la noche vino Jesús a ellos andando sobre el mar.
Mat 14:26 En viéndole ellos andar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma». Y de miedo comenzaron a gritar.
Mat 14:27 Pero al instante Jesús les habló, diciendo: «Tened confianza, soy yo; no temáis».
Mat 14:28 Tomando Pedro la palabra, dijo: «Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre las aguas».
Mat 14:29 Él dijo: «Ven». Bajando de la barca, anduvo Pedro sobre las aguas y vino hacia Jesús.
Mat 14:30 Pero, viendo el viento fuerte, temió, y, comenzando a hundirse, gritó: «Señor, sálvame».
Mat 14:31 Al instante Jesús le tendió la mano y le cogió, diciéndole: «Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?»
Mat 14:32 Y en subiendo a la barca se calmó el viento.
Mat 14:33 Los que en ella estaban se postraron ante Él, diciendo: «Verdaderamente, tú eres Hijo de Dios».
Mat 14:34 Terminada la travesía, vinieron a la región de Genesaret,
Mat 14:35 y, reconociéndole los hombres de aquel lugar, esparcieron la noticia por toda la comarca y le presentaron todos los enfermos,
Mat 14:36 y le suplicaban que les dejase tocar siquiera la orla de su vestido, y todos los que le tocaban quedaban sanos.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Jesús obligó a sus discípulos a subir a la barca

A todos los que sois discípulos de Jesús, Dios, Él os obliga a subir a la barca e ir a evangelizar por este mundo, en tu mundo, en tu vida. ¿Cómo?, viviendo una vida feliz y dando esta alegría cristiana a todos los que te traten; y los que te vean, sepan que eres fiel a Dios, y sientan, por ti, que hay esperanza en este mundo mejor, que todos quieren y pocos son capaces de construir, porque la construcción requiere sacrificio personal. ¿Estás dispuesto a sacrificarte, obedeciendo a Dios? ¿Cómo?, cumpliendo fielmente los diez mandamientos de la Ley, porque la Ley de Dios, sigue vigente.

¡Sube a la barca!

P. Jesús

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