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Evangelios febrero 2014 - 3. página

3 de febrero de 2014

Lunes 3 de Febrero de 2.014

Evangelio:

San Marcos 5, 1-2.6-13.16-20

Dios permite el mal

Mar 5:1  Llegaron al otro lado del mar, a la región de los gerasenos,
Mar 5:2  y en cuanto salió de la barca vino a su encuentro, saliendo de entre los sepulcros, un hombre poseído de un espíritu impuro,
Mar 5:6  Viendo desde lejos a Jesús, corrió y se postró ante El,
Mar 5:7  y, gritando en alta voz, dice: ¿Qué hay entre ti y mí, Jesús, Hijo del Dios altísimo? Por Dios te conjuro que no me atormentes.
Mar 5:8  Pues El le decía: Sal, espíritu impuro, de ese hombre.
Mar 5:9  Y le preguntó: ¿Cuál es tu nombre? El dijo: Legión es mi nombre, porque somos muchos.
Mar 5:10  Y le suplicaba insistentemente que no le echase fuera de aquella región.
Mar 5:11  Como hubiera por allí en el monte una gran piara de puercos paciendo,
Mar 5:12  le suplicaban aquéllos diciendo: Envíanos a los puercos para que entremos en ellos.
Mar 5:13  Y se lo permitió, y los espíritus impuros salieron y entraron en los puercos, y la piara, en número de dos mil, se precipitó por un acantilado en el mar, y en él se ahogaron.
Mar 5:16  Los testigos les referían el suceso del endemoniado y de los puercos.
Mar 5:17  Pusiéronse a rogarle que se alejase de sus términos;»
Mar 5:18  Subiendo El en la barca, el endemoniado le suplicaba que le permitiese acompañarle.
Mar 5:19  Mas no se lo permitió, antes le dijo: Vete a tu casa y a los tuyos y cuéntales cuanto el Señor ha hecho contigo y cómo ha tenido misericordia de ti.
Mar 5:20  Y él se fue y comenzó a predicar en la Decápolis cuanto le había hecho Jesús, y todos se maravillaban.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Dios permite el mal

Dios permite el mal, porque en esta vida, en la tierra, está el mal y el bien, y Dios permite el bien y el mal. Dios siempre ayuda al bueno y permite el mal, deja que el mal se hunda por sí mismo, esperando siempre que las personas, no los demonios, pero sí las personas, cambien. Da Dios una oportunidad tras otra a cada persona humana, porque la Ama, ¡te Ama!, y más que tu pecado, quiere tu salvación; es decir, tu pecado, si lo confiesas, estará perdonado, porque Dios suple todo error y maldad de los hombres; en cada latigazo te estuvo ganando el Cielo, por eso, ese pecado tuyo, esos pecados tuyos, son perdonados, si quieres; y puedes desde ya, después de la confesión, empezar una nueva vida, la de ser feliz, porque felices son los que cumplen con la Ley de Dios.

P. Jesús

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