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27 de octubre de 2019

Domingo 27 de Octubre de 2.019

Tiempo Ordinario /30º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 18, 9-14

¡PELIGRO!

9Dijo (Jesús) también esta parábola a algunos que confiaban mucho en sí mismos, teniéndose por justos, y despreciaban a los demás. 10Dos hombres subieron al templo a orar, el uno fariseo, el otro publicano. 11El fariseo, en pie, oraba para sí de esta manera: ¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni como este publicano. 12Ayuno dos veces en la semana, pago el diezmo de todo cuanto poseo. 13El publicano se quedó allá lejos, y ni se atrevía a levantar los ojos al cielo, y hería su pecho diciendo: ¡Oh Dios!, sé propicio a mí, pecador. 14Os digo que bajó éste justificado a su casa, y no aquél. Porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

¡PELIGRO!

Esos creídos de sí mismos, esos que buscan tanto y priorizan la autoestima en vez de amar a Dios sobre todas las cosas y personas, sobre sí mismos; en vez de confiar en Dios, se fían de ellos mismos, se hacen soberbios, ¡ególatras!, vanidosos, quitando la libertad a los demás, manipulándolos…; y viene una enfermedad, y comprenden rápidamente que hay cosas que sólo Dios puede curar, sólo Dios hace estos milagros de Amor; ya los hizo cuando estuvo en la tierra, y sigue haciéndolos desde el Cielo. Dios no alivió la pobreza del pobre, Él curó a los enfermos, porque con salud y fe, orando y trabajando con fe, puede una persona salir adelante, y no sólo esto, sino que puede también ayudar a los demás, ¡hacer caridad, en obras de misericordia y en dinero!

¡PELIGRO!, sí amigos míos, hay un verdadero peligro en la vanidad. Quiero aquí daros a conocer el lema de los que hacen “CatholicosOnLine”, la familia Bellido-Durán; ellos dicen: “Por la GRACIA de Dios, para GLORIA de Dios”; y ¡cuántas cosas están haciendo en el nombre de Jesús, Dios!, cosas maravillosas, en su humildad y perseverancia en la fe, la esperanza y la caridad. Ellos no quieren que os hable de ellos, así que callo, pero todos veis sus obras de fe.

Apartaos, amigos míos, del peligro de esas nefastas filosofías mediocres, que os frustran más que antes de aplicarlas, porque nadie, ¡nadie!, ni Jesús, el Hijo de Dios, practicó la autoestima, es más, cumplió siempre la voluntad del Padre. Sí, lo sé, alguna vez he utilizado la palabra autoestima, pero lo he hecho, como hacéis muchos de vosotros, que la usáis para denominar el respeto y la confianza que uno tiene que tener en uno mismo para hacer el bien y lo bueno; lo hice y lo haré para entendernos, pero la verdad del significado de esta palabra, autoestima, no es válida para tener una vida efectiva, porque aplicarla, te va a llenar de desengaños, porque si cada uno lucha por su autoestima, para amarse SÓLO a sí mismo y queriendo SÓLO ser servido, entonces, dejáis a Dios; aunque vayáis algunos a Misa, le dejáis, y lo peor es que no le tenéis nunca; para tenerle, tenéis que imitar a Cristo, el Hijo del Buen Dios, que obedeció en todo a Dios Padre, cargando con su Cruz y callando, y ¡Dios le resucitó!; y para que tú mismo salgas de tus graves problemas, sean los que sean, necesitas de Dios, porque esa soberbia del verdadero significado de la palabra autoestima, no te está salvando de nada, no te está quitando ninguna pena, más bien, ¡mira cuánto sufres por tu soberbia!; te creíste que eras el mejor ¡y sin Dios!, pero tú eres hijo de Dios, y como Cristo, ¡su Hijo!, necesitas obedecer a Dios Padre, ¡servirle!, para que así tu vida tenga significado, el de una vida vivida con la Alegría, sí, ¡con la Virgen María!, porque Ella es la Causa de Nuestra Alegría. Si deseas tener alegría, ser feliz, entonces sólo te queda una, y es acudir a la Alegría, a la Virgen María, que SIRVIÓ a Dios y habita en el Cielo y en los corazones de los verdaderos cristianos. Y tú que te sientes tantas veces solo y desamparado, con problemas sin solucionar, como todos, pero que al tener autoestima, te crees que ¡eres el rey!, y que tienes que salirte con la tuya, porque eres importante y único, ¡y lo eres!, ¡lo eres sólo para Dios!; para los demás, en tu lugar ponen a otro MUY FÁCILMENTE, pero Dios, JAMÁS te sustituye, y tiene una misión para ti, muy importante, si le obedeces, si le sirves, como hizo Jesús, como hizo la Virgen María, la CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA; Ella, la más MARAVILLOSA criatura que jamás nadie pudo encontrar en su vida; y te deseo, TE PIDO, que la encuentres y la ames, porque sólo así tendrás alegría, ya que Ella será, como lo es de Dios, la causa de tu alegría, porque día y noche presenta tu causa ante el Trono de Dios, ¡el Rey!, su Hijo, Cristo, y le suplica de rodillas por ti, llorando desconsolada por tus padecimientos, por tus sufrimientos y necesidades; Ella las conoce, tú se las dices en oración, y Ella sola las ve, como vio que faltaba vino en las bodas de Caná. Ahora te dejo para que medites y dejes tu autoestima y aceptes tu realidad: hijo de Dios y de la Virgen María.

Descansa en paz y confía en la Causa de Nuestra Alegría; María.

P. Jesús
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