Miércoles 24 de Abril de 2.019
Miércoles Octava de Pascua – Tiempo Pascual /1º
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Evangelio:
San Lucas 24, 13-35 Se detuvieron entristecidos 13El mismo día, dos de (los díscípulos de Jesús) ellos iban a una aldea que dista de Jerusalén sesenta estadios, llamada Emaús, 14y hablaban entre sí de todos estos acontecimientos. 15Mientras iban hablando y razonando, el mismo Jesús se les acercó e iba con ellos, 16pero sus ojos no podían reconocerle. 17Y les dijo: ¿Qué discursos son éstos que vais haciendo entre vosotros mientras camináis? Ellos se detuvieron entristecidos,18y, tomando la palabra uno de ellos, por nombre Cleofás, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no conoce los sucesos en ella ocurridos estos días? 19Él les dijo: ¿Cuáles? Contestáronle: Lo de Jesús Nazareno, varón profeta, poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo; 20cómo le entregaron los príncipes de los sacerdotes y nuestros magistrados para que fuese condenado a muerte y crucificado. 21Nosotros esperábamos que sería Él quien rescataría a Israel; mas, con todo, van ya tres días desde que esto ha sucedido. 22Nos dejaron estupefactos ciertas mujeres de las nuestras que, yendo de madrugada al monumento, 23no encontraron su cuerpo, y vinieron diciendo que habían tenido una visión de ángeles que les dijeron que vivía. 24Algunos de los nuestros fueron al monumento y hallaron las cosas como las mujeres decían, pero a Él no le vieron. 25Y Él les dijo: ¡Oh hombres sin inteligencia y tardos de corazón para creer todo lo que vaticinaron los profetas! 26¿No era preciso que el Mesías padeciese esto y entrase en su gloria? 27Y, comenzando por Moisés y por todos los profetas, les fue declarando cuanto a Él se refería en todas las Escrituras. 28Se acercaron a la aldea adonde iban, y Él fingió seguir adelante. 29Obligáronle diciéndole: Quédate con nosotros, pues el día ya declina. Y entró para quedarse con ellos. 30Puesto con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. 31Se les abrieron los ojos y le reconocieron, y desapareció de su presencia. 32Se dijeron uno a otro: ¿No ardían nuestros corazones dentro de nosotros mientras en el camino nos hablaba y nos declaraba las Escrituras? 33En el mismo instante se levantaron, y volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los once y a sus compañeros, 34que les dijeron: El Señor en verdad ha resucitado y se ha aparecido a Simón. 35Y ellos contaron lo que les había pasado en el camino y cómo le reconocieron en la fracción del pan. Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) «Palabra del Señor» «Gloria a ti Señor Jesús» |
Meditación:
Se detuvieron entristecidos Quizás seas el único que no te has enterado de lo que le pasó a Dios, a Cristo, a Jesús, el carpintero, que es Hijo de Dios; quizás aún no sepas que murió por amarte tanto. Y, ahora que lo sabes, dime, ¿qué opinas de tanto amor con que te ama Dios? P. Jesús © copyright |