Saltar al contenido

Todas las entradas de: Alba . - 295. página

8 de agosto de 2017

Martes 8 de Agosto de 2.017

 Evangelio:

San Mateo 14, 23-36

Jesús anda sobre las aguas del lago

Mat 14:23 Una vez que Jesús despidió a las muchedumbres, subió a un monte apartado para orar. Llegada la noche, estaba allí solo.
Mat 14:24 La barca estaba ya en medio del mar, agitada por las olas, pues el viento le era contrario.
Mat 14:25 En la cuarta vigilia de la noche vino Jesús a ellos andando sobre el mar.
Mat 14:26 En viéndole los discípulos andar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma». Y de miedo comenzaron a gritar.
Mat 14:27 Pero al instante les habló Jesús, diciendo: «Tened confianza, soy yo; no temáis».
Mat 14:28 Tomando Pedro la palabra, dijo: «Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre las aguas».
Mat 14:29 Él dijo: «Ven». Bajando de la barca, anduvo Pedro sobre las aguas y vino hacia Jesús.
Mat 14:30 Pero, viendo el viento fuerte, temió, y, comenzando a hundirse, gritó: «Señor, sálvame».
Mat 14:31 Al instante Jesús le tendió la mano y le cogió, diciéndole: «Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?».
Mat 14:32 Y en subiendo a la barca se calmó el viento.
Mat 14:33 Los que en ella estaban se postraron ante Él, diciendo: «Verdaderamente, tú eres Hijo de Dios».
Mat 14:34 Terminada la travesía, vinieron a la región de Genesaret,
Mat 14:35 y, reconociéndole los hombres de aquel lugar, esparcieron la noticia por toda la comarca y le presentaron todos los enfermos,
Mat 14:36 y le suplicaban que les dejase tocar siquiera la orla de su vestido, y todos los que le tocaban quedaban sanos.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Jesús anda sobre las aguas del lago

¡Ay hijo, hija!, ya está viniendo hacia ti Jesús, Dios, caminando sobre este mar que te tiene atemorizado. ¡Mira!, por ahí viene Jesús; ¡confía! Y mientras le esperas, no pongas tu confianza en el dinero, en los bienes materiales, en la fama que te dan los que aplauden, esa mayoría anónima, a la que tanto le gusta que seas uno más de ellos. ¡Tú has salido a pescar! Tú has salido a propagar tu fe, con las obras de la misma, y ahora estás pasando por un temporal, de esos que dan miedo, que te hacen sufrir mucho, pero que sólo Dios puede librarte de caer en la mala tentación de tu temor. El temor, el miedo, es una mala tentación, porque ¡aplasta la fe!, ¡derrumba la esperanza!, y ¡mata la caridad!

Fuera el miedo de ti, quita el pánico de ti, y aparta el temor; y mira, ¡mira!, ¡Dios se acerca caminando sobre las aguas!

Claro, no sabes cómo quitarte el miedo, el temor, el pánico. Te lo diré: ¡lee el Evangelio!, ¡cree en el Evangelio!

Cuando tengas temor, ve en busca de la Santa y Veraz Palabra de Dios, Jesús, y medita sus Obras y Palabras.

El enemigo de Dios, Satanás, con sus secuaces, los demonios, quieren asustarte, y promueven en los sin fe, una serie de acciones que te llenan de espanto, de oscuridad, de una vida triste, vacía, escondida. ¡¡Sal!! Tú eres la sal del mundo. Ve al encuentro de Jesús, Dios, que viene a ti andando sobre el mar, y si te hundes, te alza, por su Sangre derramada.

No temas a nadie ni a nada. Mientras tengas vida, y la vivas con Dios, todo se puede solucionar. ¡No hay crisis que Dios no pueda equilibrar en ti! ¡Confía! Es una prueba de fe. No te vendas.

P. Jesús

© copyright