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9 de junio de 2021

Miércoles 9 de Junio de 2.021

Tiempo ordinario 10º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 5, 17-19

Dios es Ley, su Ley, la Ley de Dios

(Dijo Jesús a sus discípulos): 17No penséis que he venido a abrogar la Ley o los Profetas; no he venido a abrogarla, sino a consumarla. 18Porque en verdad os digo que mientras no pasen el cielo y la tierra, ni una jota, ni una tilde pasará (desapercibida) de la Ley, hasta que todo se cumpla. 19Si, pues, alguno descuidase uno de esos preceptos menores y enseñare así a los hombres, será tenido por el menor en el reino de los cielos; pero el que practicare y enseñare, éste será tenido por grande en el reino de los cielos.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Dios es Ley, su Ley, la Ley de Dios

Dios decidió, para la persona, unas condiciones que se rigen bajo la Ley suya, de Dios; y cumplir la Ley de Dios, hace a la persona santa, perfecta. Dios, Jesús, cumplió en todo la Ley misma de Dios, suya; no transgredió ningún mandamiento de la Ley; siendo Dios y hombre perfecto, en esta humanidad de su cuerpo, cumplió la Ley, todo lo hizo bien, fue santo, ¡es santo!, ¡es Dios!, siendo hijo de Dios y de la humana y plena de Gracia, María, la judía, niña virgen, Madre de Dios.

Dios, Jesús, demostró y demuestra que la naturaleza humana puede cumplir la Ley de Dios, si le obedece en todo, si se une a Él, a Dios, en todo, si LO AMA SOBRE TODAS LAS COSAS Y PERSONAS.

Dios amó a Dios Padre sobre todas las cosas y personas, sobre su misma naturaleza humana; y tú, ¡tú!, puedes hacer lo mismo, ¡sí!, tú puedes amar a Dios sobre todas las cosas y personas, y aunque tú no eres Dios, sino que sólo eres persona, recibes la ayuda misma de Dios al usar de los sacramentos, porque al ser bautizado, Dios sella contigo un pacto indisoluble de unión contigo; Dios está en ti y vive en ti, mientras no peques; y si pecas, te confiesas, y recibes de Dios, el perdón de tus pecados y faltas, y Dios te da la paz, y vas a comulgar y TE UNES CON DIOS, con Jesús, Dios, que en cuerpo y alma está de forma velada en la Sagrada Hostia Consagrada; y Dios mismo entra en ti, y tú, ¡tú!, tienes a Dios, y estás con Dios, que está físicamente en ti, como Jesús, por diez o quince minutos, y luego se queda Dios, porque el cuerpo de Jesús se desvanece, desvaneciéndose el pan eucarístico, pero este pan que has comido, te alimenta también físicamente, y se transforma en parte de ti; el alimento sólido del pan, se mezcla con la sangre, y siendo el cuerpo de Dios, aun habiéndose desvanecido Dios físicamente, el pan que “digamos”, se desintegró, volviéndose sustancia orgánica, alimento del cuerpo; ciertamente, Jesús, alimenta también tu físico, desde el momento que usa la especie de pan para entrar en ti y darte de sí; y tu cuerpo, por la fe, y la realidad, pertenece a Cristo, que tu aceptaste como comida y que entró en ti, y se transformó en alimento físico y espiritual; y de la misma manera que físicamente el pan te alimenta, el Dios que es Jesús hombre, el Dios Hijo, que en forma de pan entró en ti y te alimentó, este Dios se queda y está contigo mientras no peques.

Si meditaras la verdad de la entrega de Dios Hijo Jesucristo, que en cada Misa se entrega y se da, y viene y lo tienes, si meditaras en esto, hijo-a mío-a, te aseguro que sabrías muy bien lo que tienes que hacer en tu vida, con tu vida, y es amar a este Dios, Jesús, ¡el Cristo!, que vive en ti, y en el hermano, y en todos, formando una unidad, en la comunión de la fe, por la comida del Pan de la Eucaristía.

Nada es imposible para Dios, y si tú comulgas, ¿qué va a ser imposible para Dios, que vive en ti y contigo?

Ten fe y ama a Dios sobre todas las cosas, a Jesús, que cumplió la Ley y es la Ley misma, que testifica que se puede, sí, se puede ser hijo de Dios. Tú puedes ser un buen hijo de Dios, con Dios.

Piénsalo.

P. Jesús

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