Martes 8 de Junio de 2.021
Tiempo ordinario 10º
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Evangelio:
San Mateo 5, 13-16 Jesús, Dios, permite el mal (Dijo Jesús a sus discípulos):13Vosotros sois la sal de la tierra; pero, si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Para nada aprovecha ya, sino para tirarla y que la pisen los hombres. 14Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse ciudad asentada sobre un monte. 15Ni se enciende una lámpara y se la pone bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a cuantos hay en la casa. 16Así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que, viendo vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos. Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) «Palabra del Señor» «Gloria a ti Señor Jesús» |
Meditación:
Jesús, Dios, permite el mal Eso malo que te han hecho, ese daño que has recibido, Dios lo ha permitido; no lo desea, pero lo ha permitido, porque selló la libertad como manera de vivir en la tierra; aquí hay la libertad de hacer el bien y el mal; luego, pasada la muerte, o vas al Mal, o vas al Bien. En el Cielo sólo hay el bien, y en el Infierno, sólo hay el mal. Si algunos entendieran esto, rectificarían su conducta en este momento, y siendo libres, decidirían hacer el bien y sólo el bien, para ir otro día al Cielo. No, en el Infierno no hay ni una chispa de bien, ¡nada!, ¡nada es bueno en el Infierno!; aún aquí y ahora, en la tierra, encuentras el mal y el bien; tienes, lo que unos llaman, temporadas malas y buenas, o tienes días malos y momentos maravillosos, pero en el Infierno, no, allí todo es mal y malo. Por favor, amigo, acepta esta verdad de fe, y obra en consecuencia de ella; medítala, piensa en ella como la realidad que es, y no caigas en el enredo de los malos, del mal. Hay malos que no todo el tiempo hacen el mal; mañana te hablaré de ellos. Oh, mi amigo, ya te aprecio, y no quiero que vayas al Infierno. P. Jesús © copyright |