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8 de julio de 2016

Viernes 8 de Julio de 2.016

Evangelio:

San Mateo 10, 16-23

Nueva instrucción a los apóstoles

Mat 10:16 Dijo Jesús a sus apóstoles: «Os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas.
Mat 10:17 Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los sanedrines y en sus sinagogas os azotarán.
Mat 10:18 Seréis llevados a los gobernadores y reyes por amor de mí, para dar testimonio ante ellos y los gentiles.
Mat 10:19 Cuando os entreguen, no os preocupe cómo o qué hablaréis; porque se os dará en aquella hora lo que debéis decir.
Mat 10:20 No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hable en vosotros.
Mat 10:21 El hermano entregará al hermano a la muerte, el padre al hijo, y se levantarán los hijos contra los padres y les darán muerte.
Mat 10:22 Seréis aborrecidos de todos por mi nombre; el que persevere hasta el fin, ése será salvo.
Mat 10:23 Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra; y si en ésta os persiguen, huid a una tercera. En verdad os digo que no acabaréis las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del hombre».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Nueva instrucción a los apóstoles

Amigo, déjame recordártelo, recordarte el consejo-petición que Dios mismo, Jesús, el Mesías, les dió a sus primeros apóstoles, y por lo tanto, va por ti también, porque mientras se elevaba Dios al Cielo, al irse, nos pidió: “Id y predicad el Evangelio del Reino de Dios a todas las gentes”; así que, pon atención al consejo de Dios, Jesús:

“Sed sagaces como las serpientes”.

¿Tienen alguna virtud las serpientes? El ser sagaces, y Dios nos pide que lo seamos, como ellas lo son. Hay que saber prever y prevenir las cosas. Como las serpientes no tienen extremidades, deben de maniobrar previniendo este hecho, como tú debes prever que eres un pecador arrepentido, pero pecador al fin y al cabo, y por saberlo, por saberte falto de recursos, como lo son las serpientes, debes prevenir lo que puede llegar a pasarte si… ¿comprendes? Sí, sé que lo comprendes, y algunos lo habéis comprendido por primera vez. El saber tu condición de pecador y a la vez tu vocación a la santidad, es lo que te hace desarrollar la sagacidad, como lo hacen las serpientes que deben cazar para vivir, y tú debes servir a Dios para vivir bien, tanto en la tierra como en el Cielo.

También habla Dios, Jesús, el Mesías Salvador de los hombres, de ti, que tienes que ser “sencillo como paloma”. Ay, esta soberbia que no deja ver la realidad, y luego, el plan de salvación falla. Lo sencillo es lo fácil de hacer y lo fácil de comprender, y para evangelizar hay que hacerlo fácil, que se entienda bien y no lo vean complicado de hacer, como las palomas, que parece que vuelan fácilmente y se relacionan con facilidad unas con las otras, así también hay que hacerlo nosotros, tenemos que ser sencillos a la hora de hablar con claridad de Dios, de quién es Jesús, que es el Mesías, el esperado desde siempre para salvar al mundo. Eso todos lo entienden y además es la verdad.

Uniendo la sencillez en la facilidad de hacernos entender y el estar prevenidos de que sólo Dios es bueno y que es a Él, y sólo a Él a quien debemos seguir e imitar, tenemos que dar buen conocimiento de Jesús, conocer a Jesús, saber quién era Jesús, amar a Jesús y dejarse Amar por Jesús, que vive, sigue vivo en Cuerpo y Alma, cada vez que un santo sacerdote consagra. ¡¡Dios vive!! Oh, hermanos, amigos míos, dejádme decíroslo otra vez: Dios vive, Jesús vive en Cuerpo y Alma. Entérate de una vez por todas, que este Jesús de carne y huesos que vivió hace 2.000 años, sigue vivo, ¡de verdad!, con ese mismo Cuerpo de Jesús y Alma de Dios, que anduvo por los caminos de Judea, de Israel. Y ahora, por sacerdotes, como yo mismo, te entregamos a Jesús, podemos hacer que esté en Cuerpo y Alma en la Sagrada Hostia Consagrada, y por 10-15 minutos teniéndolo dentro de ti, por comerlo, Él, Dios, en Cuerpo y Alma, está verdaderamente unido a ti. ¡¡No estás solo!! ¡¡No estás sola!! Y nunca más ¡jamás! vas a estarlo, si vives en Gracia de Dios, si confiesas y comulgas. Déjame decírtelo de nuevo: tú no estás sola, no estás solo, ¡nunca más!, ¡jamás!

Pero si no confiesas bien y con dolor de tus pecados y con intención de no volver a pecar, no gozarás de estar con Dios. ¡Sólo los santos tienen a Dios! Los demás, no.

Si no cumples con todos y cada uno de los mandamientos, si no confiesas bien y con buenos deseos, no tienes a Dios, ¡estás solo!, ¡estás sola!

No puedo mentirte, hijo de Dios, no puedo engañarte diciéndote que es fácil dejar la soledad, porque no es fácil, pero sí que es sencillo hacerlo, sólo queriendo, sólo queriéndolo, puedes dejar la soledad, por dejar que Dios entre en ti.

P. Jesús

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