Saltar al contenido

8 de enero de 2022

Sábado 8 de Enero de 2.022

Tiempo Navidad

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Marcos 6, 34-44

Jesús se compadece de los que no tienen pastor

34Al desembarcar (Jesús) vio una gran muchedumbre, y se compadeció de ellos, porque eran como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles largamente. 35Siendo ya hora avanzada, se le acercaron los discípulos y le dijeron: El sitio es desierto y avanzada la hora; 36despídelos para que vayan a las alquerías y aldeas del contorno y se compren algo que comer. 37Él, respondiendo, les dijo: Dadles vosotros de comer. Y le dijeron: ¿Vamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer? 38El les contestó: ¿Cuántos panes tenéis? Id a ver. Habiéndose informado, le dijeron: Cinco y dos peces. 39Les mandó que les hicieran recostarse por grupos sobre la hierba verde. 40Se recostaron por grupos de ciento y de cincuenta. 41El, tomando los cinco panes y los dos peces, alzando los ojos al cielo, bendijo y partió los panes y se los entregó a los discípulos para que se los sirvieran, y los dos peces los repartió entre todos. 42Comieron todos y se hartaron, 43y recogieron doce canastos llenos de las sobras de los panes y de los peces. 44Eran los que comieron de los panes cinco mil hombres.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Jesús se compadece de los que no tienen pastor

Las personas necesitan un pastor, un buen sacerdote que los confiese y tenga su confesión en secreto; las personas necesitan guardar sus faltas, pecados, errores y cruces que llevan, en el silencio de su perdón y aceptación. Hay que ser realistas, se ha pecado, y esta verdad, cada persona tiene que saberla y pedir perdón a Dios en confesión, pero no debe divulgar su pecado, no tiene que agradar a los demás por esta humildad que no agrada a Dios. A Dios le agrada la humildad de CONTARLE A ÉL TUS PECADOS, ¡sólo a Él, y en confesión! No es bueno para nadie contar los pecados, porque el pecado es lo que Jesús, Dios, vino a redimir, y el pecado es cosa entre tú y Dios, como tus quejas son entre tú y Dios. Es de débiles quejarse a los demás; además, si uno se queja al mismo que le hace llevar la cruz, y si esta cruz la lleva por las debilidades del otro, ¿de qué le sirve decírselo?, ¿no lo alejará más y, con la distancia, menos podrá hacer por él?; ¿no es mejor quejarse a Dios, el ÚNICO que puede remediar tu cruz, el que te ayuda a llevarla? Si te quejas ante otros, ¿qué haces de bueno?; la queja crea un ambiente de tristeza y frustración, porque ¿quién puede quitar los defectos y debilidades de otro-s?, ¿tú?, ¿el que te oye?, sólo Dios puede aliviar los corazones, el tuyo, y sólo Dios puede cambiar a las personas. La oración es lo mejor que puedes hacer para que Dios cambie tu cruz y te alegre la vida. Además, no es bueno hablar de la cruz que llevamos por otros, cuando, seguro que tú eres motivo de cruz para otros, porque incluso la bondad, a según quien, le molesta, y tu bondad puede molestar a otro-s.

Habla de tus pecados y faltas, sólo con el sacerdote, en confesión, que en confesión todo es secreto, y es bueno que tus cosas queden en secreto, porque no es bueno hablar del mal, y los pecados son algo malo que todos hacen, porque ni uno no peca nunca; ¡sólo Dios es Bueno y hace siempre el Bien, sólo Jesús, Dios!

Hay que crear un ambiente de paz, y por esto es mejor no hablar de los pecados, ni de los tuyos ni de los demás. Si alguien te habla de un pecado de otro, aunque sea de los políticos, reza por él, y la paz irá al mundo, porque sólo Dios es el dueño de la paz verdadera, y es el único que la da, y ¡gratis!, sin necesidad de guerras.

P. Jesús

© copyright