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7 de septiembre de 2021

Martes 7 de Septiembre de 2.021

Tiempo ordinario 23º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 6, 12-19

Elección de los doce

12Aconteció por aquellos días que salió Él (Jesús) hacia la montaña para orar, y pasó la noche orando a Dios. 13Cuando llegó el día, llamó a sí a los discípulos y escogió a doce de ellos, a quienes dio el nombre de apóstoles: 14Simón, a quien puso también el nombre de Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago y Juan, Felipe y Bartolomé, 15Mateo y Tomás, Santiago el de Alfeo y Simón, llamado el Celador; 16Judas de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.17Bajando con ellos del monte, se detuvo en un rellano, y con Él la numerosa muchedumbre de sus discípulos, y una gran multitud del pueblo de toda Judea, de Jerusalén y del litoral de Tiro y Sidón, 18que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades; y los que eran molestados de los espíritus impuros eran curados. 19Toda la multitud buscaba tocarle, porque salía de Él una virtud que sanaba a todos.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Elección de los doce

Dios, Jesús, antes de elegir a sus doce apóstoles, se fue a orar. ¿Y tú, antes de elegir a tus amigos, te pones en oración para no equivocarte?

Dime con quién andas y te diré quién eres; este refrán popular es cierto de verdad.

Si a los amigos los eliges sin haber orado, sin el consentimiento de Dios, que está en las obras que hacen, más que en sus palabras, porque por las obras sabrás lo que esconde un rostro, y por las palabras sabrás lo que contiene un corazón, entonces, por qué te haces amigo-a de quien vive en escándalo, con quien se la pasa fornicando, o abusando de su poder y haciéndose Dios de los demás, o criticando a todos siendo un maldito fariseo, o un usurero que cuenta sus monedas mientras hace gastar a los demás, o uno que va de emancipado y está pervirtiendo a tus hijos pequeños…

Procura dejar la necedad y elige bien a los amigos que van a tratarse contigo.

A veces, tantas, por los malos amigos, cedes al paganismo y, llamándote católica-o, lo que todos ven es que los fariseos no se quedaron en la fiesta de Pilato, sino que siguen, como tú, entrando en las iglesias católicas, y permiten y aplauden vidas obscenas, por el hecho de ser amigos, y en nombre de una libertad que no es tal, sino que es libertinaje.

A ver si te enteras, Cristo comía con los publicanos arrepentidos, que le pedían que fuera a su casa, porque sus enseñanzas les habían tocado el corazón, y tú comes con los publicanos para que te ayuden a crucificar a Jesús.

Si tuvieras intenciones de hacer el bien, no te juntarías con los malos, sino que haciendo tú el bien, antes de decidir tus amistades, harías como Jesús, y orarías, y luego elegirías según la voluntad de Dios en tu vida, y Dios quiere el bien. Dios eligió a sus amigos, no por ser parientes o ricos, sino para propagar la fe; de no haberlo hecho así, ahora no estarías tú leyéndome, porque ninguno que es malo es bueno, ninguno que obra el mal quiere el bien, aunque diga que sí, porque para hacer un bien, tiene que hacerse con el bien, y no hacer mal para conseguir un bien; esto son mentiras y falsedades, que otro día pueden llevarte al Infierno, si no te arrepientes de tus malos hechos para “este fin bueno”, y rectificando, te apartas de los malos y te unes a los que temen a Dios y obran con amor, para ser llevados otro día al Cielo Eterno. ¡Estos son los santos! ¡Tú!

Busca la bondad en donde está, y ve la maldad que hay en algunos, que van de buenos y son malos. Aprende a vivir, y vive para bien morir.

P. Jesús

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