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7 de mayo de 2022

Sábado 7 de Mayo de 2.022

Tiempo Pascual/3º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Juan 6, 60-69

Duras son las Palabras de Dios

60Luego de haberlo oído, muchos de sus discípulos (de Jesús) dijeron: ¡Duras son estas palabras! ¿Quién puede oírlas? 61Conociendo Jesús que murmuraban de esto sus discípulos, les dijo: ¿Esto os escandaliza? 62Pues ¿qué sería si vierais al Hijo del hombre subir allí a donde estaba antes? 63El espíritu es el que da vida; la carne no aprovecha para nada. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida; 64pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque sabía Jesús, desde el principio, quiénes eran los que no creían y quién era el que había de entregarle. 65Y decía: Por esto os dije que nadie puede venir a mí si no le es dado de mi Padre. 66Desde entonces muchos de sus discípulos se retiraron y ya no le seguían.67Y dijo Jesús a los doce: ¿Queréis iros vosotros también? 68Respondióle Simón Pedro: Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna, 69y nosotros hemos creído y sabemos que tú eres el Santo de Dios.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Duras son las Palabras de Dios

Lo sabemos todos, no es fácil ser perfectos, no es fácil hacer lo que tenemos que hacer, y ADEMÁS, hacerlo bien, porque somos hijos de Dios, el Sumo Bien, que todo lo hizo perfecto y sigue su curso. Pero el hombre, la persona, tiene libre albedrío y puede hacer el bien o hacer el mal, aceptar lo bueno y rechazar lo malo, pero ¿qué hace?; ¿qué haces tú?…

Permíteme aconsejarte, amigo-a, permíteme decirte una vez más, que te fíes de Dios, que confíes en Él, y vivas viviendo en Él, renunciando al pecado y buscando y dando sólo el bien.

Antes de hablar, antes de obrar, haz una jaculatoria y pide la asistencia de Dios Espíritu Santo, porque Jesús, Dios, fue a buscarlo, a pedírselo a Dios Padre, para que tú no te sientas solo en tu decisión de hacer el bien y lo bueno, lo sabio, lo correcto. Dios, Jesús, lo hizo, y sí, sufrió, pero la vida no es sólo este mundo, sino que la Vida real, auténtica, te espera, y es una fusión de amor con Dios, que tanto te ama, que te dio la vida y te salvó.

Tú cree, cree en Jesús, que es Dios. ¡Míralo allí!, en la Cruz.

Recemos juntos, tú y yo: “Dios mío, que vea.”

P. Jesús

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