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7 de marzo de 2016

Lunes 7 de Marzo de 2.016

Evangelio:

San Juan 4, 43-54

Regreso a Galilea y curación del hijo de un cortesano

Joh 4:43 Salió Jesús de Samaria para Galilea.
Joh 4:44 El mismo Jesús declaró que: «ningún profeta es honrado en su propia patria.»
Joh 4:45 Cuando llegó a Galilea, le acogieron los galileos que habían visto cuántas maravillas había hecho en Jerusalén durante las fiestas, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Joh 4:46 Llegó, pues, otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había allí un cortesano cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm.
Joh 4:47 Oyendo que llegaba Jesús de Judea a Galilea, salió a su encuentro y le rogó que bajase y curase a su hijo, que estaba para morir.
Joh 4:48 Jesús le dijo: «Si no viereis señales y prodigios, no creéis.»
Joh 4:49 Díjole el cortesano: «Señor, baja antes que mi hijo muera.»
Joh 4:50 Jesús le dijo: «Vete; tu hijo vive. Creyó el hombre en la palabra que le dijo Jesús y se fue.»
Joh 4:51 Ya bajaba él, cuando le salieron al encuentro sus siervos, diciéndole: «Tu hijo vive.»
Joh 4:52 Preguntóles entonces la hora en que se había puesto mejor, y le dijeron: «Ayer, a la hora séptima, le dejó la fiebre.»
Joh 4:53 Conoció, pues, el padre que aquella misma era la hora en que Jesús le dijo: “Tu hijo vive.” Y creyó él y toda su casa.
Joh 4:54 Este fue el segundo milagro que hizo Jesús viniendo de Judea a Galilea.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Regreso a Galilea y curación del hijo de un cortesano

La verdad es el Evangelio, y vemos en él que los padres piden a Dios por sus hijos, y dejamos de ver que los hijos piden a Dios por sus padres; ¿por qué? ¿Por qué creéis que hay promesa de larga vida al cumplimiento del cuarto mandamiento? Porque los hijos necesitan amar más y mejor a sus padres; la naturaleza sellada por el pecado de desobediencia de los hijos de Dios a Dios Padre, sigue hoy llenando los corazones de los hijos con esa falsa libertad de abandonar a  los padres, y Dios tuvo que recordarlo de manera especial en su Ley, la Ley de Dios.

Si tú estás enfermo, ¿no será que no cumples, o no cumpliste bien, con el cuarto mandamiento de la Ley? Sí, esa que pide amar y obedecer a los padres que están sujetos a la Ley, y, a los que no lo están, honrarlos y respetarlos en su libertad. ¿Rezas por tus padres, sean como sean? Reza y pide su libertad, la libertad de no ser esclavos del pecado, la libertad de amar a Dios sobre todas las cosas, y verás mejorar tu salud, porque Dios cumple siempre su Palabra y, en el cuarto mandamiento de su Ley, hay promesa de salud y larga vida para quien lo cumpla, sin dejar de cumplir el primer mandamiento de amar a tu Padre Dios sobre todas las cosas y personas, sobre tus mismos padres también. Esos dos mandamientos deben regular tu vida, y en el cumplimiento de los dos, hay tu salvación y tu salud.

¿Estás enfermo? ¿Ya me cumples el cuarto mandamiento? 

P. Jesús

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