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5 de octubre de 2016

Miércoles 5 de Octubre de 2.016

Evangelio:

San Mateo 7, 7-11

Eficacia de la oración

Mat 7:7 Dijo Jesús a sus discípulos: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Mat 7:8 Porque quien pide recibe, quien busca halla y a quien llama, se le abre.
Mat 7:9 Pues ¿quién de vosotros es el que, si su hijo le pide pan, le da una piedra,
Mat 7:10 o, si le pide un pez, le da una serpiente?
Mat 7:11 Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre, que está en los cielos, dará cosas buenas a quien se las pide!».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Eficacia de la oración

Hijo, hija, te podría contar historias reales, en donde hijos ha habido, y hay, de malos, que si sus padres les piden afecto, les dan piedras, y si les suplican ayuda, les dan la espalda. Antes, muchos hijos, por la herencia, porque sólo se recibían bienes, si trabajabas en la tierra familiar, entonces era más habitual que los hijos pidieran a los padres. Pero hoy, las cosas han cambiado, y padres e hijos, a cierta edad de los hijos, están en las mismas condiciones de dar, de pedir; y muchos hijos no aman a sus padres, porque se están amando a sí mismos.

Los padres oran a Dios por los hijos desalmados que los han calumniado, que los han dejado abandonados, porque se creen muy listos y sabios, y en vez de cumplir el cuarto mandamiento de la Ley de Dios, van por la vida siendo dioses y pidiendo pleitesía a quien les dio la vida. No hagas esto tú, hijo mío, hija mía, porque la Ley de Dios debe cumplirse, en el tiempo que sea; y Dios te premiará, y gozarás de felicidad en el Cielo y en la tierra, si honras a tus padres; si rezas por ellos y por ti, para que os unáis en la misma fe del Evangelio.

P. Jesús

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