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5 de noviembre de 2023

Domingo 5 de Noviembre de 2.023

Tiempo Ordinario/31º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 23, 1-12

Cumple la Ley de Dios

1Entonces Jesús habló a las muchedumbres y a sus discípulos, 2diciendo: En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. 3Haced, pues, y guardad lo que os digan, pero no los imitéis en las obras, porque ellos dicen y no hacen. 4Atan pesadas cargas y las ponen sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con un dedo hacen por moverlas. 5Todas sus obras las hacen para ser vistos de los hombres. Ensanchan sus filacterias y alargan los flecos; 6gustan de los primeros asientos en los banquetes, y de las primeras sillas en las sinagogas, 7y de los saludos en las plazas, y de ser llamados por los hombres <<rabbí>>. 8Pero vosotros no os hagáis llamar <<rabbí>>, porque uno solo es vuestro Maestro, y todos vosotros sois hermanos. 9Ni llaméis padre a nadie sobre la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el que está en los cielos. 10No os hagáis llamar doctores, porque uno solo es vuestro Doctor, Cristo. 11El más grande de vosotros sea vuestro servidor. 12El que se ensalzare será humillado, y el que se humillare será ensalzado.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Cumple la Ley de Dios

No se habla mucho de la Ley de Dios, se habla más de otras cosas, como el que hay que perdonar, y ¡hay que perdonar!, como el respeto a los demás, ¡y hay que respetar a todos, también a uno mismo!, y sobre todo hay que respetar la Palabra Sagrada de Dios, escrita en la Biblia; y su Palabra escribió los diez mandamientos de la Ley, ¡de su Ley!, la Ley de Dios, que hay que cumplir a rajatabla; esta es la alianza personal con Dios, tú cumples con los diez mandamientos, con todos ellos, y Él, Dios, por tu fe en Jesús y el cumplimiento de la Ley de Dios, te abre las puertas del Cielo.

Es un contrato, es un trato el que Dios nos da, y si tú lo aceptas, debes saber que debes cumplir tu parte, porque la suya, la de Dios, ya se cumplió; ya Jesús, el Hijo de Dios, murió en la Cruz, por ti, por cada uno, y abrió las puertas del Cielo, del Reino de Dios.

P. Jesús
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