Saltar al contenido

5 de agosto de 2016

Viernes 5 de Agosto de 2.016

Evangelio:

San Mateo 16, 24-28

A cada uno según su conducta

Mat 16:24 Dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo y tome su cruz y sígame.
Mat 16:25 Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la hallará.
Mat 16:26 Y ¿qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo si pierde el alma? ¿O qué podrá dar el hombre a cambio de su alma?
Mat 16:27 Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras.
Mat 16:28 En verdad os digo que hay algunos entre los presentes que no gustarán la muerte antes de haber visto al Hijo del hombre venir en su Reino».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

A cada uno según su conducta

No es lo que tú deseas que sea, la persona que pretendes que sea tu cónyuge, sino LO QUE ES; y lo que es, lo sabrás por su conducta, no sólo contigo, sino CON TODOS LOS QUE TRATA.

No quieras mentirte, no quieras engañarte, lo que es de verdad y quién es de verdad, esta persona que te atrae, es lo que debes saber, para comprenderla, para poderla ayudar y dejarte ayudar por ella. Si es una mala persona, aunque tenga mucho atractivo físico y te atraiga con obsesión, debes usar del sentido común, sabiendo que para que el amor no fracase, tienes que saber quién es, cómo es, la persona con la que piensas casarte.

La gente no cambia, es igual, sigue siendo lo que es, amándote.

Sabemos que hay criminales que aman a sus cónyuges, a sus familias, y sin embargo matan impunemente a otras personas, que muchas veces no les han hecho nada, pero ganan dinero con ello. Hay personas que pueden matar a un niño, a un bebé, con el aborto, y a la vez, aman a su cónyuge y al hijo-os que han decidido tener. Son gente mala que sabe amar románticamente, con pasión, pero eso no es todo lo que llena en el matrimonio, si tú eres bueno, si quieres el bien y lo bueno.

Son importantes los medios para conseguir un fin, porque los medios son las obras, es la conducta que habla de lo que tenemos en el corazón.

¿Quién quiere a una prostituta por esposa y madre de sus hijos, aunque traiga dinero de la exhibición y de la venta de su cuerpo?

¿Quién quiere a un vago por esposo, que no es capaz de trabajar si no es en algo que le agrade, y sólo le agradan los altos cargos?

La persona lo es todo, todo lo que es físicamente, todo lo que dice y todo lo que hace; la conducta de cada uno, nos habla de cómo realmente es, y sabiendo esto, sabremos que, si contrae matrimonio con alguien que no es bueno, no le dará el bien, al contrario, le dará mal y le hará mal.

«Porque, ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?, o ¿qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?”

Hay quien dice que su felicidad es lo más importante, y si la persona que le hace feliz físicamente-sexualmente no es alguien bueno, no es alguien de fe, o que le permite vivir su fe, la fe católica, que debe aceptarlo así, por su bien, el bien de aplacar su obsesión carnal. Pero la vida no es hoy, es hoy y mañana y dentro de 50 años. Y también la vida es después de la muerte.

“Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará,” dijo Jesús, Dios Hijo, cuando estuvo en el mundo predicando el evangelio, la buena nueva del Reino de Dios: que todos vamos a resucitar y que, por nuestra conducta, iremos a vivir eternamente en el Cielo o en el Infierno. Así es la realidad del hombre, no os voy a mentir, soy sacerdote.

P. Jesús

© copyright