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4 de febrero de 2022

Viernes 4 de Febrero de 2.022

Tiempo ordinario/4º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Marcos 6, 17-20a.21-29

No decidas nada cuando no estés templado

17Porque, en efecto, Herodes había enviado a prender a Juan (El Bautista) y le había encadenado en la prisión a causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con la que se había casado. 18Pues decía Juan a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano. 19Y Herodías estaba enojada contra él y quería matarle, pero no podía, 20aporque Herodes sentía respeto por Juan. 21Llegado un día oportuno, cuando Herodes en su cumpleaños ofrecía un banquete a sus magnates, y a los tribunos, y a los principales de Galilea, 22entró la hija de Herodías y, danzando, gustó a Herodes y a los comensales. El rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras y te lo daré. 23Y le juró: Cualquier cosa que me pidieras, te la daré, aunque sea la mitad de mi reino. 24Saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué quieres que pida? Ella le contestó: La cabeza de Juan el Bautista. 25Entrando luego con presteza, hizo su petición al rey, diciendo: Quiero que al instante me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista. 26El rey, entristecido por su juramento y por los convidados, no quiso desairarla. 27Al instante envió el rey un verdugo, ordenándole traer la cabeza de Juan. Aquél se fue y le degolló en la cárcel, 28trayendo su cabeza en una bandeja, y se la entregó a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. 29Sus discípulos que lo supieron, vinieron y tomaron el cadáver y lo pusieron en un monumento.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

No decidas nada cuando no estés templado

Cuántos deciden casarse cuando la pasión los enciende, cuando el corazón les palpita de emoción por la concupiscencia. Ningún buen profesional de bolsa, decide invertir en momentos así; nadie que esté en sus cabales y quiera prosperar en la vida, se asocia con personas, por la emoción que le dan en un momento determinado. ¡Enfría tu pasión, limpia tu mente y apacigua tu corazón!, antes de decidir con quién vas a compartir toda tu vida; porque si das tu palabra, si entregas tu reino, vas a ser toda la vida esclavo, y nunca más serás rey o reina, y harás injusticias, y quizás abortes a un hijo que ha sido engendrado por pasión lujuriosa en momentos de excitación, cuando el baile y el vino y los amigos, hayan sido testigos de tu pérdida de identidad, y dándote a los excesos, te uniste en vida a una muerte lenta de agonía y no siempre placentera, porque después de la pasión, viene la guerra, cuando te enteras de que te has comprometido con palabras que jamás hubieras dicho en momentos de serenidad y consuelo espiritual.

Ten una vida serena, llena de la belleza de la verdad, y no te des a los excesos de bebida, y guarda tu vista de según qué, porque recuerda la historia de Herodes, que por el vino, el baile y los compañeros de diversión, mató al profeta, al bueno de San Juan Bautista, porque le sedujo la hija de la mujer con quien compartía la vida, y no le era lícito, porque era la mujer de su hermano. Tú no hagas como Herodes y no tengas mujer que es de otro; busca la tuya, la que te dé hijos tuyos, y te apasione su bondad y la gracia de sus palabras, las de respetarte, no juzgarte, no herirte, y amarte y cuidarte. Busca para ti una mujer buena, cariñosa, atenta, respetuosa y, que mejor que cante a que baile, que cante la alegría que contenga su corazón, por la dicha de amarte y quererte como eres, sin querer cambiarte, aceptándote y dejándose servir por ti. Y lo mismo te deseo a ti, mujer; el hombre que baila y poco trabaja, terminará pidiéndote la cabeza de alguien que aprecias, en una bandeja.

A todo esto, te recuerdo que no decidas nada cuándo no estés templado, cuando tu ánimo no esté equilibrado y tu corazón tranquilo, porque te arrepentirás.

Cásate bien y vivirás en paz.

P. Jesús

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