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4 de febrero de 2021

Jueves 4 de Febrero de 2.021

Tiempo Ordinario/4º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Marcos 6, 7-13

Dios da su poder a los sacerdotes de su Iglesia

7Llamando a sí (Jesús) a los doce, comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros, 8y les encargó que no tomasen para el camino nada más que un bastón, ni pan, ni alforja, ni dinero en el cinturón, 9y se calzasen con sandalias y no llevasen dos túnicas. 10Les decía: Dondequiera que entréis en una casa, quedaos en ella hasta que salgáis de aquel lugar; 11y si un lugar, no os recibe ni os escucha, al salir de allí sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. 12Partidos, predicaron que se arrepintiesen, 13y echaban muchos demonios, y, ungiendo con óleo a muchos enfermos, los curaban.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Dios da su poder a los sacerdotes de su Iglesia

Dios, Jesús, no les dejó bienes terrenales a sus apóstoles; Él les dio su poder de curar, de sanar, de aliviar, de ocuparse del sufrimiento humano, el sufrimiento que no viene por la falta de dinero, sino por la enfermedad, el dolor, los demonios. Pensando en esto, ¿podemos pensar que las personas necesitamos realmente más ayuda por la enfermedad, el dolor y las trampas del diablo, que por el dinero? Eso parece, parece que para Dios, Jesús, le preocupa mucho más la salud del cuerpo, el bienestar del alma, que la economía. Aunque leemos en los evangelios, que también se preocupaba Jesús, Dios, y también sus apóstoles, de que la gente tuviera para comer. Reflexionemos sobre esto, pienso que si hay salud, uno puede encontrar trabajo, trabajo honrado, aunque no sea un trabajo de mucha categoría, pero puede encontrar trabajo para comer; sin salud, sin salud emocional, ¿qué trabajo pueden darte, en el que puedas rendir? ¡Tranquilo, leemos en el evangelio de hoy, que sus discípulos, los discípulos de Jesús, Dios, pueden dar alivio a tus penas y sufrimientos, a tu enfermedad, a tu dolor, a la posesión satánica. ¿Cómo?, no es ningún secreto, con los sacramentos. Con el sacramento de la confesión, Dios mismo te aliviará de tu mala conciencia y pondrá paz ahí donde ahora tienes dolor. También, si estás enfermo, acude al sacramento de la unción de los enfermos y confía en Dios y ten fe, porque Dios dio poder a sus discípulos; ellos tienen el poder, y puedes tú recibirlo. También están los exorcismos, y las oraciones de liberación, que, acudiendo a un sacerdote, puedes recibir este poder de sanación que Dios entregó a sus apóstoles. Los obispos y sacerdotes de la iglesia católica, tienen el poder de Dios para ayudarte. No estás solo, Cristo quiere curarte, quiere sanarte, quiere ayudarte. Dios quiere que tengas para comer, y vivas una vida de fe.

P. Jesús

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