Martes 4 de Agosto de 2.020
Tiempo Ordinario/18º
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Evangelio:
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San Mateo 15, 1-2.10-14 Los ciegos 1Entonces se acercaron a Jesús fariseos y escribas venidos de Jerusalén, diciendo: 2¿Por qué tus discípulos traspasan la tradición de los ancianos, pues no se lavan las manos cuando comen? 10Y llamando a sí a la muchedumbre, les dijo: Oíd y entended: 11No es lo que entra por la boca lo que hace impuro al hombre; mas lo que sale de la boca, eso es lo que al hombre le hace impuro. 12Entonces se le acercaron los discípulos y le dijeron: ¿Sabes que los fariseos al oírte se han escandalizado? 13Respondióles y dijo: Toda planta que no ha plantado mi Padre celestial será arrancada. 14Dejadlos; son guías ciegos; si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en la hoya. Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) «Palabra del Señor» «Gloria a ti Señor Jesús» |
Meditación:
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Los ciegos Los ciegos, esos que no quieren ver la verdad de cómo es realmente la persona con quien tratan para acabar con él-ella en una posible boda; esos ciegos, este ciego, antes tiene que pedirle a Dios le dé la vista para que viendo, no tropiece, para que deje la tradición de casarse por casarse, y se case por amor. Y nadie puede amar a alguien que no ame a Dios, porque sólo en Dios está el bien, ¡Él es el Sumo Bien!; todo lo demás, todos los demás que no están con Dios, que no quieren hacer la voluntad de Dios, son malos. Entonces, ¿vas tú a querer a una persona que no obra el bien, que hace el mal, que es mala?; ¿puedes enamorarte, querer casarte con alguien que vas a ver, de él-ella, su maldad, adrede? Piénsatelo bien. Es por tu bien. P. Jesús |
