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31 de octubre de 2020

Sábado 31 de Octubre de 2.020

Tiempo Ordinario/30º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 14, 1.7-11

Te observan a ti como observaban a Jesús

1Habiendo entrado (Jesús) en casa de uno de los principales fariseos para comer en día de sábado, le estaban observando. 7Decía a los invitados una parábola, observando cómo escogían para sí los primeros puestos: 8Cuando seas invitado a una boda, no te sientes en el primer puesto, no sea que venga otro más honrado que tú, invitado por el mismo, 9y, llegando el que al uno y al otro os invitó, te diga: <<Cede a éste tu puesto>>, y entonces, con vergüenza, vayas a ocupar el último lugar. 10Cuando seas invitado, ve y siéntate en el postrer lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: <<Amigo, sube más arriba>>. Entonces tendrás gran honor en presencia de todos los comensales, 11porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Te observan a ti como observaban a Jesús

Al igual que a tu Maestro, a ti también te observan, y si haces el bien y lo bueno, si practicas la fe, otros, por ti, comprenderán que Dios los ama, y vivirán mejor, por tu fidelidad y honor.

Sé fiel a Cristo allí donde vayas, comas o medites, hables o camines; que en todo se vea en ti de quién eres; tú, tú eres hermano, amigo, de Cristo Rey, y como Él, igual que Dios, eres observado, y si te mantienes como digno hijo de Dios que eres, entonces, muchos, al ver tu fe, acogerán en sí mismos la suya, porque la fe, aunque sólo puede darla Dios, cuando uno ve a una persona de fe verdadera, se le enciende en el corazón la alegría de hallar la verdad; porque todos buscan la verdad, y la verdad está en ti y contigo, si vas de la mano de Jesús, el hermano amigo, que siempre extiende su mano para bendecirte, para darte la alegría de la fe.

Sé alegre en tu fe, ¡vive tu fe!, y otros, al verla, querrán imitarte, porque la fe está repleta de obras buenas, sobre todo de misericordia. El que tiene fe es humilde y valiente, y vive firme en la bondad de hacer siempre el bien sin mirar a quien.

Tú puedes propagar la fe; ¿cómo?, ¡viviéndola!

Únete a Cristo y reta con tus obras a los que te observan, a que hagan como tú, obras buenas de fe, esperanza y caridad, cumpliendo con tu deber y amando a los demás ¡porque sí!, porque puedes sacar lo mejor de ti, si vas siempre con Dios.

Ánimo, sólo necesitas de Dios y tu voluntad. Y dale la oportunidad a Dios de vivir en ti y contigo, y siendo así, incluso los que van de santos y son fariseos, no te molestará su trato, porque te levantarás cada día para ofrecérselo a Dios y sólo a Dios. ¡Qué vida!, vida en abundancia de alegría, la alegría de la fe, de saber que ya tienes en el Cielo un lugar para ti, por el hecho de haber muerto Jesús en el Madero.

Te observan… ¡¡¡que miren!!!

¡Alegría!, eres de Cristo, sólo de Dios. Amén.

Pax Domini.

P. Jesús
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